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Política

Evo dice que fue un error el referéndum para buscar la re-reelección

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Al analizar los 11 años de su Gobierno hace una autocrítica profunda. Alerta que, como pasa en el mundo, las grandes revoluciones, como la que lleva adelante con el MAS, pueden claudicar por problemas internos y eso le preocupa. Señala que cuando una autoridad se subordina al dirigente se generan problemas como ocurrió con el Fondo Indígena o la crisis del agua, y admite que es difícil controlar a lo que denomina ‘microcorrupción’.

¿Cómo cree que lo calificará la historia por estos 11 años de Gobierno?
Los movimientos sociales y especialmente el campesino, indígena y originario empiezan esta revolución democrática y cultural pasando de una lucha sindical-social a una electoral, y ahí nos sumamos casi todos. Eso ha hecho historia en Bolivia, pero esta no se escribe sin los movimientos sociales. Los datos que tenemos indican que en estos 11 años hemos superado a otros 180 con datos históricos.

Ahí encuentro que la República solo legalizó la vivencia de la época de la Colonia. Los gobiernos nunca planificaron el desarrollo de un país. Teníamos que ser los movimientos sociales, de acuerdo al imperio estadounidense, los enemigos internos de la Policía y de las Fuerzas Armadas. Hemos cambiado la historia, tenemos otra Bolivia, una nueva, falta todavía, pero está consolidada en los cambios profundos, en lo político, en lo económico y social.

¿Cuáles son los grandes aciertos de su Gobierno?
En lo político, la refundación de Bolivia que demandó tres años de lucha. Mediante el pueblo y la Asamblea Constituyente se hizo un tránsito del Estado colonial al plurinacional. En lo económico, sobre todo la nacionalización; y en lo social, la redistribución de la riqueza, tres hechos históricos. Hoy es el pueblo representado por el Estado, el Estado-pueblo.

¿Los errores que más lamenta?
Hubo dificultades para acabar con la subvención de la gasolina, nivelamos por unos días el combustible al precio internacional y vino una reacción, fueron cuatro días. Algunos me dicen que ejerzo mucha consulta, mucha democracia y me dicen que represento al Poder Ejecutivo, no a un poder decorativo.
Otro error fue aceptar que los sectores sociales, la Conalcam y la COB fueron al referéndum el 21 de febrero, perdimos por muy poco, casi 50 a 50 y en base a la mentira, en base a ella, la derecha gana y luego el pueblo se arrepiente.

¿Por qué dice que fue un error aceptar la propuesta del referéndum?
Quién sabe, debimos esperar. En 2014 y 2015 hubo elecciones, en 2016 también. La gente estaba cansada de campaña y urnas, ese fue un error, no calculamos. Por eso me reclaman, mucha consulta, pero creo que la democracia no termina en el voto, se construye todos los días con reuniones, audiencias y consultas.

El 2014 dijo que esperaba terminar su gestión para establecer su restaurante en el trópico de Cochabamba, retirarse a los 60 años, y ahora busca otra elección, ¿por qué?

Ni en mi experiencia sindical y ahora presidencial, nunca busqué cargos. El cargo nos tiene que buscar a nosotros. Yo no fui de Orinoca a Chapare a ser presidente ni a ser dirigente, yo fui con mi papá a sobrevivir, a acomodar la economía familiar. Para ser dirigente de la federación, me propuso un grupo de personas mayores, yo no quería. Cuando llegué al trópico no sabía ni cocinar, preparar la leña; mi papá compró un chaco y me dejó para ir a Oruro o a Cochabamba para adquirir una cocina y lámpara a gas.

Se perdió semanas y hasta meses. Primero comí solo fruta, pero a la semana tenía mareos. Fui a buscar a una persona del sindicato y la ayudé a cosechar arroz, así me gané almuerzo y cena, dos platos. Al día siguiente coseché (lo que pensé que era) coca con espinas, pero cuando pregunté a los expertos, había sido naranja, hasta ahora me cargan de eso.

Aprendí a trabajar con hacha y machete, luego tenía tres motosierras y motores fuera de borda. Mejoraba, me compré una moto en Cochabamba y me propusieron ser dirigente, yo no quería. Al final acepté, y cuando me meto en algo, le doy el 100%, siempre fui así, desde niño. No quería ser diputado, me obligaron. Tampoco busqué ser presidente.

¿Cuál es su necesidad de volver a postularse a la Presidencia?
Escucho al pueblo y el pueblo dice que hay que terminar la agenda 2025. Evo y Álvaro son los que pueden garantizar, no podemos volver al pasado. Nadie quiere eso, especialmente con la derecha. Eso no puede pasar.

Pese a que el vicepresidente dijo que no va, usted lo sigue mencionando, ¿cree que lo convencerá?
Para mí, Álvaro es insustituible en la Vicepresidencia.

Las encuestas señalan que su popularidad ha bajado, ¿está seguro de que si postula podrá ganar?
Para mí, de verdad, no es un problema ganar. El problema es cómo habilitarse, y saludo que han bosquejado como cuatro o cinco líneas para hacerlo.

En 1995 fundamos el MAS con tres movimientos sociales: La Csutcb (Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia), Bartolinas e Interculturales. En el último congreso del MAS en diciembre, más de 30 movimientos sociales participaron. En otras palabras, la Conalcam es más grande que la Central Obrera Boliviana, el proceso unió al campo-ciudad, oriente-occidente.

Siempre criticó la democracia pactada, ¿teme que tenga que hacer alianzas si los votos no alcanzan?
No creo, repito, en esta coyuntura el tema está solamente en cómo habilitarse, después siento y pienso que ganaremos. Sin mayoría, con huelgas de hambre y marchas aprobamos la Constitución Política del Estado. Así que me imagino para que Evo no siga marchando y no siga en huelga, hay que darle los dos tercios.

 ¿Cómo enfrenta la posibilidad de la repostulación, ¿es una carga?
Yo decidí retornar después a mi chaco, después de batir todos los récords. Completar 14 años, en 2018 ganaremos en tiempo de permanencia en el Palacio a Víctor Paz, que estuvo 12 años con tres meses de forma discontinua. Mejor quedarse ahí, trabajar en el chaco, sigue siendo mi deseo, pero hay compañeros, compañeras que dicen no, hay que acabar este proceso, entonces el pueblo dice, el pueblo define y es democrático.

Dicen que las grandes revoluciones caen por descomposición interna, ¿le preocupa que esto le pase al MAS?
Sí, me preocupa que el MAS fracase por descomposición interna, cualquier proceso como el nuestro puede caer solo por problemas internos. Ganar a la derecha, ganar al imperio con la unidad es sencillo para mí.

Si se rompe lo interno, eso es otra cosa. Pero ahí tenemos dos cosas: ambición y codicia, y entre ambas pueden perjudicar el proceso y no solamente acá, pasa en todo el mundo.
Pero también nuestra experiencia, cuando un movimiento político no claudica en principios ni en programa, sobre eso lleva el tema de valores, y los líderes principales no tienen problemas de claudicar, de dudar, de vacilar en principios ideológicos, todo va firme.

Su figura tiene mucho peso en el MAS, ¿le preocupa que sin usted no haya mucho futuro por delante?
No sé, yo no creo en eso.

¿El MAS no es Evodependiente?
Ese es mi miedo también, ¿no?, qué pasaría, pero cuesta. Siempre me acuerdo, un compañero dirigente nacional nunca se hablaba con otro. En la campaña, uno a mi derecha y el otro a la izquierda, con sus banderas aunque no se saludaban. Cuesta entender. Entiendo también que unos compañeros somos para la meta, otros para la ruta. Manejarlos es difícil. Las elecciones se ganan con votos.

¿Cómo lidia el presidente con las pugnas internas?, porque saltó a la vista que después de febrero hay como dos tendencias, una sigue al vicepresidente Álvaro García Linera y la otra al canciller David Choquehuanca; hay tendencias, ¿cómo lidia con eso el presidente Evo Morales?
No sé, yo creo que más es a nivel de quiénes están en funciones detrás de los ministros. No son los ministros, espero que sea así, pero no solamente es desde ahora. Recordarán, primero la derecha ha querido enfrentarme con Álvaro García Linera. Somos dos toros, uno blanco y otro negro y aramos juntos. Me acuerdo de la presidenta de la Constituyente, me llamó llorando, diciendo que me cuide de Álvaro, que me quería sacar. La derecha le había metido ese tema.

Después con Juan Ramón (Quintana) que supuestamente quería sacar al canciller indígena David Choquehuanca, otra vez la derecha y alguna gente nuestra entró a ese juego, ese es el problema. Y son los funcionarios, no los ministros. No faltan en algunos ministerios, y espero que sean funcionarios y no los titulares que aquí no es ni izquierda ni derecha. Aquí es blanco o negro: somos antiimperialistas o proimperialistas. Tal vez ellos dejan confusión. Fuimos víctimas de constantes intentos de que nos enfrentemos, creo yo. A Silvia Lazarte le dije: ¡cállate!,  todos los días estoy con Álvaro.

Él nunca tuvo aspiraciones a la Presidencia. Como siempre dice, desde jovenzuelo tenía la visión indigenista. Una vez dijo: estoy feliz detrás del Evo, y no está detrás, sino que juntos trabajamos, yo aprendo de él, siento que él también aprende de mí. Lo mismo con los ministros, yo aprendo de ellos y una vivencia que tengo es que ellos nunca dicen que aprenden de mí.

En Bolivia hay oficialismo y el Gobierno habla mucho de oposición, ¿cree que se le da mucho valor a los opositores?

Los medios (de comunicación), esa es la oposición. Agrandan las cosas. Para mí, la mejor oposición son ellos, pero lo peor es que con mentiras. La otra oposición, ¿por qué no crece? Es que no aprende de
Evo ni de los movimientos sociales. En 2002 y en 2005 fuimos de las propuestas a las protestas.

Nosotros llevamos dos decretos a Carlos Mesa, la convocatoria a la Constituyente, otro de nacionalización. Le dije que con estos decretos debía acabar su gestión. Sigo pensando que si lo hacía, tal vez yo no hubiera sido presidente. Cada fin de semana renunciaba, qué clase de presidente es eso. Yo nunca en mi vida pensé renunciar, ni en los momentos más difíciles, en 2007 y 2008. Me apoyé en los movimientos sociales; decía, vamos a defendernos, y seguí adelante.

 Usted dijo que no iba a haber corrupción en su Gobierno, ¿qué pasó con el Fondo Indígena?
Ha sido más político, la idea fue enfrentar a Evo con el movimiento indígena. Algunos compañeros, lamentablemente, como Adolfo Chávez, me sorprendieron, se escaparon, la mayoría de los problemas económicos se genera por culpa de los técnicos, de trámite, el tema se ha agrandado mucho y fue la derecha. Debe quedar claro que noso-tros no perdonamos la corrupción, ¿cuántos alcaldes del MAS están en la carcel? Autoridades como Santos Ramírez y Nemesia (Achacollo)

¿Estará también la exministra de Aguas, presidente?
¿Por qué?
Tal vez no fue su responsabilidad, andaba movilizada permanentemente. Otra cosa es que sus colaboradores no le advirtieron.

¿Cómo será su gabinete?
Por recomendación de la Conalcam, técnico, político y honesto.

¿Usted quiere retomar el control?
¿Por qué me dice eso? ¿Cree que no tengo el control?

Me refiero a que busque tener más control para que no pasen cosas como la crisis del agua.

Sí, tal vez ahí tiene razón.

Y eso es más técnico

Quiero decirles que en el tema agua había gente infiltrada. Considero que hubo una conspiración interna.

¿Interna?
Lamento mucho que algunos se hacen pasar por masistas porque son supuestamente técnicos. Hay que decir un tema importante que los movimientos sociales deben analizar. Si hubo problemas en el Fondo Indígena fue por cuoteo de dirigentes. Epsas, lo mismo con los alteños. La debilidad que tenemos en este momento, quiero ser sincero, donde el gerente se somete al dirigente nos va mal. Si su pregunta va a decir si controlaré más eso, pues sí, así lo haré.

¿Cómo se garantiza que la nueva elección de jueces mejorará la justicia si el Gobierno admite que elegir fue un error?
Estamos colonizados, nos han mentalizado con la doctrina estadounidense. La derecha pide independencia de poderes para sortear la justicia a la política norteamericana. Tengo miedo de que con este argumento no haya coordinación entre poderes. Ministros del interior, con 15 fiscales y policías barriendo dirigentes, así ocurría y eso no es independencia de poderes. Hay que buscar gente comprometida aunque es difícil de conseguir. A veces, cuando lo metemos a un cargo a un buen compañero, no sé que pasa, cambia, no entiendo.

¿Poder, ambición?
Será el poder. Me acuerdo que cuando llegamos en 2006 algunos me decían hermano Evo, ahora nos toca a nosotros. ¿Qué nos toca? Estamos por Bolivia, no es por la plata. Yo tengo mucha autoridad ahí, me bajé el sueldo de Bs 40.000 a 15.000. En el tema de corrupción, lamentablemente alguna gente ahí, abajito, quieren sacar platita cobrando de nuevos ítems. Dígame, al margen de Santos Ramírez, ¿qué ministro salió banquero, millonario, empresario de mi gabinete?, no hay ni uno.

¿Y qué hacer con esa gente que busca esas caídas?
Hay microcorrupción, esas pequeñas cositas, cuoteo, sacar platita como sea.
Hay que generar control, ¿no?
Es complicado, falta tiempo. ¿Qué hacer? Controlar eso, hacer gestión

Fuente el Deber

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