Abandonaron la residencia de México Arce y Zavaleta, exministros de Evo Morales

(Infodiez-6/11/20)

Se desconoce aún si permanecen en el inmueble de La Rinconada los exministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Hugo Moldiz, y el exgobernador Víctor Hugo Vásquez y Nicolás Laguna, exdirector de la Agetic.

La fuerza pública desplegada durante el gobierno de Jeanine Áñez en alrededores de la Embajada de México en La Paz abandonó la vigilancia en la residencia diplomática y los asilados que allí se encontraban la abandonan gradualmente. Así pasó con los exministros Héctor Arce y Javier Zavaleta.

«Después de 360 días de haber estado como asilado (…) me reencontré con mi familia”, publicó Arce en su cuenta Twitter, exministro de Justicia del gobierno de Evo Morales. Dijo que lo hizo el martes, luego de quedar sin efecto la orden de aprehensión en su contra. «Retiré mi solicitud de asilo y me reencontré con mi familia, recobrando la paz y la tranquilidad que nos arrebataron injustamente”.

Anoche se supo que también lo hizo Zavaleta, exministro de Defensa, quien en una entrevista con la red PAT, relató que la Policía instaló tres reflectores, retirados hace unos días, sobre la legación mexicana y que unos 120 policías estaban en la puerta del barrio de La Rinconada, en la zona Sur de La Paz.

De momento, se desconoce si los exministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Hugo Moldiz, y el exgobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, además de Nicolás Laguna, exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (Agetic), aún permanecen en la residencia.

En su momento, el Gobierno de México protestó ante autoridades del Gobierno transitorio y exigió el retiro del “asedio” al inmueble, que era custodiado por agentes.

El asilo de México al presidente renunciante Evo Morales, en noviembre de 2019, y la presencia de los asilados en la embajada mexicana, provocaron impasses bilaterales. México no contó con un embajador desde la partida de María Teresa Mercado, quien fue declarada persona no grata por el gobierno de Áñez junto a diplomáticos españoles, tras un polémico incidente. /La Razón