En medio de demandas de renovación y algunas expulsiones en el oficialismo, el gobierno de Luis Arce, a través del Ministerio de la Presidencia, publicó este lunes un documento denominado “La unidad del pueblo es la garantía de la democracia intercultural” en el que se ratifica el liderazgo “indiscutible y fundamental” del expresidente Evo Morales en la conducción del Movimiento Al Socialismo (MAS).

“Nuestro instrumento político es una obra colectiva del pueblo, que le costó vidas y muchos sacrificios. Dentro de ella, es indiscutible y fundamental el liderazgo del hermano Evo Morales Ayma en la conducción del MAS, en la revolución democrática y cultural, la construcción de nuestro Estado Plurinacional, de una patria grande digna y soberana, y en la lucha inclaudicable por una sociedad con justicia social”, cita el documento.

Asimismo, el Gobierno asegura que desde su fundación como instrumento político, “la derecha nacional e internacional” ha identificado al MAS “como el objetivo estratégico a destruir”.

Sin embargo, “desde la victoria del MAS en 2005, el país vivió profundas transformaciones (aunque) en noviembre de 2019 las fuerzas conservadoras nacionales, con el apoyo de la derecha internacional, gestaron un golpe de Estado”, sostiene.

En ese sentido, según el Ejecutivo, el objetivo final siempre fue la restauración de “la república colonial y la restitución del modelo neoliberal”.

Por eso, de acuerdo con el mismo documento, en ese periodo de “golpe” se pretendió “proscribir” en todo momento al MAS, incluso, según su versión, persiguiendo y atentando contra la vida de sus candidatos a las elecciones nacionales.

Pero, pese a todo eso, “el 18 de octubre (de 2020) se llevaron adelante elecciones nacionales y contra todo pronóstico de la derecha nacional e internacional, así como de su poderoso aparato mediático, el MAS obtuvo nuevamente la victoria con un contundente 55%”, recuerda la administración de Arce.

Es así que la nueva victoria del MAS, según el documento, “es un mal ejemplo para los golpistas de aquí y de otros países, y por eso no se detendrán en sus intentos de acabar” con el Movimiento Al Socialismo.

“En este sentido, (también) han reforzado las tácticas no convencionales utilizando todo el poderío de la guerra multidimensional a la espera de lograr la implosión de las fuerzas internas de nuestro proceso de cambio. Quieren dividirnos para vencernos porque saben que unidos somos invencibles. Y por esta razón es que la agenda mediática, que se pretende instalar, pasa por posicionar divisiones en el MAS”, asegura el Ejecutivo.

No obstante, la administración de Arce remarca que “cuidar la unidad, por sobre cualquier discrepancia interna, (…) es algo que como gobierno” no dejará de hacer.

Además, “las tensiones internas siempre han existido y existirán en los procesos revolucionarios, más aún en un instrumento político que aglutina a millones, pero su desarrollo debe derivar en un debate fructífero y de resolución democrática de las contradicciones para enfrentar, aunque con enfoques diversos, las amenazas que nos acechan”, señala el pronunciamiento.

Según el Gobierno, la experiencia ha enseñado que cada proceso revolucionario tiene sus propias características que emergen de realidades concretas, tiene formas de manifestarse y, por supuesto, “tiene aciertos y errores”.

Por tanto, “no asumir una posición autocrítica frente a ellos, hace que las manifestaciones negativas de nuestros errores aparezcan magnificadas por la oposición y multiplicadas por la acción mediática”, alerta el Ejecutivo.

El gobierno de Arce considera que la derecha, al presuntamente no tener un proyecto alternativo de país, vive solo “de su antimasismo y se alimenta” de sus contradicciones.

“Por ello, es una posición patriótica y revolucionaria cuidar la unidad como lo más preciado para el pueblo. La unidad, unidad y más unidad es la garantía de la continuidad y la consecución de logros estratégicos de nuestra revolución democrática y cultural”, indica.

Asimismo, el Gobierno convoca a las organizaciones sociales que forman parte del Pacto de Unidad, a la Central Obrera Boliviana, a toda la dirigencia y militancia del MAS, y hasta a las fuerzas políticas de izquierda a trabajar sin descanso desde el lugar en el que se encuentren “por la unidad del pueblo y por la estabilidad política, económica y social” del país.

“Retribuyamos con unidad, madurez política y responsabilidad histórica el sacrificio de quienes con su sangre recuperaron la democracia”, puntualiza el documento.

En las últimas semanas, el MAS estuvo de manera constante en la agenda política y mediática del país por sus problemas internos. Inicialmente se habló de la existencia de diversos bloques y de pedidos de renovación en la dirigencia de ese partido político.

Uno de los sectores que exigió de manera abierta la renovación fue el liderado por el diputado suplemente Rolando Cuéllar, quien luego fue expulsado del oficialismo acusado de “transfugio político”.

Angélica Ponce es otra dirigente que recientemente fue expulsada de la Confederación Sindical de Mujeres Interculturales por supuestamente incitar a la división y “difamar” al expresidente Morales con sus cuestionamientos públicos.

     

Fuente La Razón