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Economia

ASFI: Las políticas públicas aplicadas a la cartera diferida, reprogramada o refinanciada producto de la pandemia demuestra el éxito de las medidas adoptadas por el actual gobierno

La cartera diferida, que a fines de la gestión 2020 era de alrededor de Bs20.000 millones, hoy se ha reducido significativamente, en un 54%, presentando un saldo de Bs9.000 millones, ratificando el éxito de las medidas aplicadas, debido a que se constituyó en un alivio para la mayoría de los prestatarios que habían afrontado dificultades efecto de la pandemia y de las inadecuadas políticas y económicas adoptadas por el gobierno transitorio en 2020, sin afectar la solvencia de las entidades.

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Créditos_diferidos
Foto-Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero

La Paz, 20 de septiembre 2022

Ante insinuaciones de algunos supuestos analistas económicos que indican que la cartera diferida, reprogramada o refinanciada del sistema financiero representa riesgo comparable con el de la cartera en mora, pretendiendo menoscabar la fortaleza y solidez del sistema financiero nacional, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) informó que, al cierre del octavo mes de la presente gestión, la cartera de créditos goza de buena salud, tal cual demuestran categóricamente las estadísticas reportadas por las Entidades de Intermediación Financiera.

La cartera diferida, que a fines de la gestión 2020 era de alrededor de Bs20.000 millones, hoy se ha reducido significativamente, en un 54%, presentando un saldo de Bs9.000 millones, ratificando el éxito de las medidas aplicadas, debido a que se constituyó en un alivio para la mayoría de los prestatarios que habían afrontado dificultades efecto de la pandemia y de las inadecuadas políticas y económicas adoptadas por el gobierno transitorio en 2020, sin afectar la solvencia de las entidades. A la fecha, el saldo de la cartera diferida representa sólo el 4% de la cartera total del sistema financiero, advirtiéndose que el 40% de estos préstamos ya fueron cancelados en su totalidad, aun cuando pudieron permanecer en su estado diferido hasta el final del cronograma de pagos, hecho que demuestra los beneficios que genera el proceso de reconstrucción y reactivación de la economía que está siendo impulsado por el gobierno central.

Por otra parte, la medida adicional implementada en coordinación con el Órgano Ejecutivo, a través de los mecanismos de reprogramación y/o refinanciamiento, con la incorporación de períodos de gracia y prórroga, posibilitó a miles de bolivianos lograr una pausa en el pago de sus obligaciones y luego retomarlos producto de la recuperación y normalización de sus actividades económicas, preservando la buena calidad del portafolio crediticio. Según los reportes de las Entidades de Intermediación Financiera, el 43% del valor de las cuotas diferidas en 2020 goza de una reprogramación, cifra cercana a Bs4.000 millones, observándose que casi la totalidad de los deudores viene cancelando sus cuotas con normalidad, frente a unos pocos casos que presentan algún retraso, específicamente el 0,1% de la cartera total del sistema financiero, y que ya forman parte del índice de mora que esta Autoridad pública periódicamente.

Bajo este marco, los resultados logrados a la fecha permiten evidenciar que las medidas de diferimiento de créditos y los mecanismos de reprogramación y refinanciamiento, no solo fueron beneficiosas para los prestatarios, sino también para las propias entidades que hoy registran una buena calidad de su cartera de préstamos.

De este modo, cuando supuestos analistas señalan que el riesgo que representan los créditos diferidos, reprogramados o refinanciados puede ser comparable al de la cartera en mora, muestran un desconocimiento evidente acerca del comportamiento de estas variables, con clara intención de confundir a la población con aseveraciones erradas sobre la base de ejercicios numéricos imprecisos y carentes de fundamento técnico.

En ese contexto, la Autoridad de Supervisión del sistema Financiero enfatiza que la cartera de créditos, incluyendo a la cartera diferida, reprogramada y refinanciada, goza de buena salud, lo cual se constituye una fortaleza para el sistema financiero nacional. Asimismo, insta a la población a no dejarse sorprender con análisis sesgados e incompletos relativos a la Cartera de Créditos, que no condicen con la dinámica y robustez del sistema financiero nacional.

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