Según datos oficiales, en Bolivia existen más de dos millones de ejemplares de llamas y 500 mil de alpacas.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) nombró el 2018 como Año Internacional de los Camélidos, que son el principal medio de subsistencia de millones de familias que habitan los entornos más hostiles en 90 países.
Estos mamíferos de Asia, norte de África y América del Sur, se convierten en importante fuerte de carne y leche, lo que asegura la alimentación diaria, sobre todo en el extenso altiplano andino de América del Sur.
Además del aporte de proteínas, las cuatro especies de camélidos de Sudamérica -llamas, alpacas, vicuñas y guanacos- proporcionan fibras para la elaboración de ropa a las comunidades indígenas.
También suministran fertilizante orgánico que garantiza la producción agrícola de subsistencia, además de ser un símbolo de la identidad cultural de las comunidades indígenas ancestrales.