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Sociedad

Cívicos atacan, secuestran y humillan a mujeres que marchan contra el racismo en Bolivia

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La Paz 9 de noviembre

El día Miércoles 6 marcharon las mujeres bolivianas que integran la Alianza de Organizaciones Sociales de Mujeres por la Revolución Democrática y Cultural. Se concentraron pacíficamente a las 11 horas en la plaza 14 de septiembre del departamento de Cochabamba, en respaldo a la auditoria de la OEA, respeto al voto rural, en defensa de la democracia, y contra el racismo desatado en los últimos días en las calles del país andino.

Aproximadamente 200 mil mujeres provenientes de las 16 provincias de Cochabamba participaron de manera pacífica de la manifestación multitudinaria.

Durante los últimos días se ha desatado una ola de ataques racistas y discriminatorios contra las mujeres campesinas indígenas.

Los sucesos comenzaron desde que se ha acusado al gobierno de Evo Morales de fraude desde la oposición, y se ha desconocido su triunfo con el 47,08 % ante el candidato opositor Carlos Mesa que obtuvo 36,51 %, de manera tal que el mandatario boliviano conquistó su cuarto mandato con una diferencia de 10,51.

El sector campesino indígena, es el que hizo la diferencia y le dio el triunfo al mandatario en las elecciones del 20 de Octubre pasado. La oposición rechaza reconocer la validez de los votos de este sector alegando “fraude”.

La marcha de mujeres se llevaba a cabo de forma pacífica hasta que fueron atacadas y gasificadas por una banda de motoqueros llamados “Resistencia Juvenil Cochala”, que constituyen una banda criminal destinada a cometer delitos que recorre las calles de los municipios de Cochabamba.

Varias mujeres resultaron desmayadas junto a sus niños que sostenían en brazos, además se registraron varios heridos de personas que pasaban por la zona, y fueron atacados por este grupo de motorizados.

Los que se encuentran fuertemente armados con granadas y basokas de fuego pirotécnico construidas de forma casera, palos con clavos, bates, escudos, cascos, que salen a las calles todos los días a amedrentar y golpear a las y los campesinos indígenas, y a las personas que identifican como masistas” en los distintos municipios de Cochabamba.

Otros hecho violento ocurridos de gravedad fue la quema de la alcaldía de Vinto y el posterior secuestro de la alcaldesa de ese municipio Patricia Arce, que fue obligada a caminar descalza con los cívicos encapuchados hasta Huayculli, Quillacollo donde la humillaron, la arrastraron por el piso, le cortaron el pelo, la amenazaron de muerte, le tiraron pintura roja y tierra, la golpearon y la obligaron a arrodillarse para que renuncie a su cargo.

Aún así la alcaldesa sostuvo en una entrevista: “Si quieren matarme que me maten, yo ya he dicho que por este proceso de cambio voy a dar mi vida”. La situación tiene un nivel simbólico fuerte en la población boliviana donde la mayoría es de origen indígena, y este sujeto político antes del 2006 era excluido del orden dominante y sometido.

Con el triunfo de la revolución boliviana y la refundación del Estado Plurinacional de Bolivia, se reconoce a los sectores históricamente excluidos, mujeres, afro bolivianos e indígenas, que hoy son los protagonistas en un gobierno que es de las organizaciones sociales, en el que deciden su futuro como pueblo.

Recientemente se sabe que el responsable de contratar a los motoqueros y de mandar a secuestrar a la alcaldesa sería, Víctor Carbajal de “Bolivia dijo no”, al igual que sería el encargado de quemar dicha alcaldía.
El hecho fue denunciado por las legisladoras de la bancada del Movimiento al Socialismo (MAS).

“Nuestras mujeres han sido arremetidas, víctimas de violencia, mujeres que hacían una marcha pacífica han sido violentadas, pedimos respeto. Hacemos esta denuncia a nivel nacional y a nivel internacional, de los hechos que han desembocado en la lamentable y penosa situación de nuestra alcaldesa del municipio de Vinto”, afirmó la senadora de Cochabamba por el MAS, Carola Arraya.

También, se registró otro hecho de igual magnitud en la misma ciudad, donde hicieron arrodillar a Feliciano Vegamonte, ex dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) para pedir perdón por ser “masista”.

A su vez, otras mujeres fueron secuestradas y obligadas a caminar a lugares donde fueron humilladas. Se registraron aproximadamente 100 heridos, entre ellos una anciana a la que le cortaron la cara con machete, y otro anciano al que le lanzaron una granada en el rostro. Ambos adultos mayores campesinos indígenas.

A través de videos que se viralizaron en las redes, también se pudo observar la presencia en la ciudad de francotiradores que lanzaban pirotecnia a las y los manifestantes desde los edificios.

Por otra parte, además de la quema de la alcaldía de Vinto, se intentó tomar diferentes instituciones públicas durante el transcurso del día como el ministerio de salud. También, destrozaron la casa de Gabriela Montaño, ministra de salud del Estado Plurinacional de Bolivia, donde rompieron ventanas, tiraron piedras y pintura. Montaño sostuvo que seguirá “luchando y trabajando” por su país y que no la doblegaran, ni mucho menos harán callar su voz.

El episodio ocurrió el Miércoles 6 entre las 21: 00 y 22:30 horas cuando ella estaba ausente. “Estos hechos no son nada de pacíficos, son delitos por destrucción a la propiedad privada, de violencia contra las mujeres y delitos por acoso”, sostuvo la ministra.

El hecho trágico fue la muerte en el hospital Viedma de Cochabamba, de un joven de 20 años de nombre Limbert Guzmán Vásquez. Su padre y varios familiares afirmaron a través de los medios de comunicación, que el joven se había ausentado de su casa por una semana, y que recibía dinero de Carlos Mesa y Fernando Camacho para realizar bloqueos.

El joven presentaba un diagnóstico de traumatismo cráneo encefálico grave, fractura de base de cráneo y muerte cerebral. Presentó un paro cardio respiratorio y se intento reanimarlo, pero los esfuerzos fueron vanos.

Evo Morales expreso su profundo dolor en las redes sociales y señalo al joven como:” Víctima inocente de la violencia promovida por grupos políticos que alientan el odio racial entre hermanos bolivianos. Reitero mi llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo”.

Todo esto sucedió en un contexto de diferentes manifestaciones masivas y multitudinarias en apoyo a Evo Morales que se llevan a cabo todos los días en Bolivia, en defensa de la democracia, del voto rural, contra el racismo y el golpe de estado.

Dicho golpe se quiere concretar en el país desde sectores de la oligarquía nacional en coordinación con ex funcionarios de gobiernos neoliberales bolivianos que residen en Estados Unidos, dirigidos y financiados por la Casa Blanca.

Recientemente se han filtrado en las redes 16 audios donde se comprueba la conexión de políticos del país del sector de los comités cívicos, con ex militares bolivianos y con conexiones en Estados Unidos.

Bolivia vivió otro intento de golpe de estado en el 2008 que fue desarticulado, donde se usaron las mismas estrategias que se están usando hoy, los mismos principios separatistas, coloniales y neoliberales, así también son los mismos actores de antaño los que están detrás de este nuevo intento de golpe de estado.

El pueblo boliviano y en especial el movimiento campesino indígena originario, vanguardia de las luchas populares en la región, enfrenta una receta conocida que el imperialismo norteamericano intentó aplicar en otros países como en Venezuela, y antaño al mismo gobierno de Evo Morales.

En un contexto geopolítico donde los pueblos se rebelan y movilizan contra los gobiernos neoliberales de Ecuador, Chile y Argentina, en Bolivia se da otro suceso, es también el pueblo el que se moviliza, pero para defender a su gobierno de la ofensiva imperial de la Casa Blanca que lleva adelante un golpe de estado. El pueblo boliviano ratificó en las urnas recientemente la continuación y profundización del proceso de cambio que puso al país en los ojos del mundo, por ocupar el primer puesto de crecimiento económico de toda la región, y por poseer indicadores macroeconómicos insuperables en América del Sur.

 

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