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Defensoría advierte poca afluencia de pacientes renales y oncológicos para la vacunación

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La Paz, 31 de marzo de 2021

La Defensoría del Pueblo, entre el 19 y 29 de marzo, realizó verificativos en 11 centros de salud de las poblaciones rurales del Chapare, Riberalta, Puerto Suárez, Llallagua, Yungas, Monteagudo y Desaguadero, donde advirtió la ausencia de pacientes renales y oncológicos para acceder a la vacunación contra la Covid-19.

De acuerdo a los verificativos, en el Hospital San Francisco de Asís de Villa Tunari, las vacunas se habrían agotado, las mismas llegarían en abril; en el Hospital Municipal Príncipe de Paz de Puerto Suárez tampoco presentaba filas debido a que los pacientes renales se dializan en Corumbá Brasil, donde ya fueron vacunados; en el centro de la CNS y en el hospital Materno Infantil  de Riberalta, la falta de pacientes renales y oncológicos se atribuye al desconocimiento y la falta de información sobre la vacunación, similar situación sucede en los hospitales Civil de Uncía y Madre Obrera de Llallagua.

En el caso del hospital San Antonio de los Sauces de Monteagudo, el 100% de los siete pacientes renales que existen recibieron la primera vacuna y están a la espera de la segunda dosis; en el Desaguadero no se inició la vacunación a pacientes renales y oncológicos, sólo al personal de salud, y está a la espera de las vacunas para inmunizar a adultos mayores con enfermedades de base en el mes de abril; y en Caranavi, solo fue vacunado el personal médico, no existiendo interés de parte de la población.

De estos centros de salud, sólo dos contaban con letreros informativos sobre la vacunación (el Hospital San Francisco de Asís de Villa Tunari y Hospital Municipal San Juan de Dios de Puerto Suárez).

Además, se ha podido evidenciar que existe disparidad en los requisitos exigidos por esos establecimientos médicos y que, respecto a las medidas de bioseguridad, el personal del Hospital Municipal Príncipe de Paz de Puerto Quijarro sólo contaba con barbijos.

En Riberalta, por ejemplo, además del carnet de identidad solicitaban el certificado médico y/o el carnet de asegurado; en los centros de salud de Llallagua, pedían el documento que acredite la existencia de la enfermedad de base (si no lo tenía, el Hospital Civil de Uncía realizaba una evaluación) y en el Hospital Francisco de Asís del Chapare, exigían el carnet de vacunas anteriores.

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