Un estudio señala que las marchas y bloqueos, además de afectar la calidad de vida de los ciudadanos, también deterioran considerablemente los espacios públicos como plazas y jardineras.
La inseguridad, las marchas y el desorden vial son algunos de los problemas que estresan a los paceños. Estos datos fueron lanzados por la última encuesta del observatorio La Paz cómo vamos, publicada a principios de este año.
La encuesta fue realizada en noviembre de 2016 entre 522 personas mayores de 18 años de los siete macrodistritos de la ciudad. En ella se identifica que un 66% de los encuestados señaló como principal problema de la ciudad el tema de la inseguridad. Un 43% ve en el desorden vial otro de los factores que afecta su calidad de vida. En tanto que un 47% identificó a las marchas y bloqueos como otro factor de deterioro de la ciudad y de su tranquilidad.
Otros problemas identificados tienen que ver con: la provisión de agua potable, que en 2016 fue restringida en algunas zonas debido a la escasez del recurso; el consumo de bebidas alcohólicas que se visibiliza en las continuas entradas folklóricas y fiestas barriales y los problemas en el aseo urbano que se dieron luego del cambio de la empresa municipal a cargo del trabajo.
Datos de los problemas
Según datos del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC), dependiente del Ministerio de Gobierno, la seguridad mejoró en el municipio. “La Paz es la ciudad de Bolivia con la tasa más baja de delitos contra la vida, es decir asesinatos, homicidios, infanticidios, parricidios y feminicidios”.
Paradójicamente, el municipio de El Alto encabezaba el número de muertes con 247 casos. El Alto cuenta con 900.000 habitantes. Según el ONSC, sólo en 2016 se registraron al menos 27 homicidios, asesinatos y feminicidios por cada 100.000 habitantes.
Otro aspecto que estresa a los paceños tiene que ver con las convulsiones sociales que se reflejan principalmente en las marchas y bloqueos. “Es muy difícil tener tranquilidad en La Paz. Cada día o día por medio presencio una marcha con petardos y dinamitas. Quiero cambiar de trabajo” , señala doña Eusebia Mamani, comerciante de pañoletas en la avenida Mariscal Santa Cruz.
Según un estudio del observatorio La Paz cómo vamos, las marchas no sólo afectan la calidad de vida, sino que “las aéreas verdes se ven deterioradas por el desgaste incluso en las protestas más pacíficas. Cuando éstas se tornan violentas o agresivas el deterioro puede ser mucho mayor debido a la explosión de cartuchos de dinamita e incluso el vandalismo destructivo que no contempla diferencia alguna entre los bienes públicos y privados”.
Otro tema que aun no se supera es el abastecimiento de agua, ya que según vecinos, algunas zonas continúan con el racionamiento.
Punto de vista
Marcelo Silva politólogo
“El problema es irresoluto”
Por el momento me parece irresoluto el tema de las marchas y caos urbano debido a la cercanía que tienen el municipio de La Paz con el Palacio de Gobierno. Pese a tener un “desarrollo importante” del proceso autonómico, las demandas de gran parte del país todavía se concentran en La Paz.
Todos creíamos que el proceso de autonomías iba a descentralizar las demandas y los pliegos hacia instancias de gobiernos departamentales y municipales, pero lo que ha sucedido es que se agudizaron las demandas a nivel central. El problema de caos va a mantenerse en tanto La Paz sea sede de Gobierno.
El tema de seguridad debe trabajarse desde el Gobierno central, la gobernación y el municipio. Sin embargo, creo que hubo una mejora, pues los índices han disminuido.