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Sociedad

Día de la mujer: los retos por la igualdad y garantía de sus derechos

Al ser ellas la mitad de la población deberían tener la posibilidad de ejercer sus derechos en igualdad de condiciones en todas las esferas de la vida.

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Foto-Archivo infodiez

La Paz, 11 de octubre 2021

Las mujeres representan la mitad de la población mundial. En Bolivia la situación no es distinta, de los 11.216.000 habitantes, 50,7% son mujeres y 49,3%, hombres. Al ser ellas la mitad de la población deberían tener la posibilidad de ejercer sus derechos en igualdad de condiciones en todas las esferas de la vida, y participar en espacios de toma de decisión en equivalente representación, tanto en el espacio privado como en lo público.

A pesar del marco normativo de avanzada que Bolivia ha aprobado para la garantía de los derechos de las mujeres, aún no se han generado las condiciones suficientes para la igualdad sustantiva. La realidad que viven las mujeres en el país devela las brechas que aún se deben enfrentar para pasar de los avances en la igualdad formal a la conquista de la igualdad sustantiva.

En conmemoración del día de la mujer boliviana compartimos algunos datos sobre las brechas de género que nos retan a ser superadas en el corto y mediano plazo. La violencia mata a una mujer cada 2 días y medio, y según la CEPAL, Bolivia es el cuarto país en la región y el primero de América del Sur con el índice de feminicidios más alto, antecedido por Honduras (6,2), El Salvador (3,3) y República Dominicana (2,7); el Estado Plurinacional de Bolivia alcanza el 2,1. Según datos de la Encuesta de Prevalencia y Características de la Violencia (INE 2016) el 92,7% de las encuestadas revelaron que fueron víctimas de violencia psicológica, el 47,1% de violencia económica y el 51,6% de las adolescentes confirma que vivió un hecho de violencia durante el noviazgo.

En el ámbito económico, la brecha salarial entre mujeres y hombres en Bolivia alcanza el 26,5%, datos que reflejan las desigualdades sistémicas que las sociedades patriarcales mantienen; esta diferencia salarial devela, por un lado, la falta de valoración del trabajo en el sector de servicios que está sobrerrepresentada por las mujeres y, por otro, la falta de atención y valoración del trabajo no remunerado de los cuidados y tareas del hogar que continúa recayendo sobre las espaldas de las mujeres; de hecho las mujeres invierten 7 horas diarias más que los hombres en las tareas no remuneradas del cuidado, lo que limita su acceso a la educación, a la salud y al empleo decente. Por otro lado, la tasa de informalidad de empleo en las mujeres alcanza el 75,6% frente al 71,3% en los hombres. Las mujeres en este sector en promedio ganan 2.267 bolivianos mensuales frente a 3.430 bolivianos que ganan las mujeres en el sector formal.

En lo político, la participación de las mujeres es tal vez el ámbito de mayor avance en Bolivia durante los últimos 15 años. Las cifras actuales ubican al país como el tercer país del mundo con mayor participación femenina en las legislaturas, alcanzando el 49% en la Asamblea Legislativa Nacional, el 51% en las Asambleas Legislativas Departamentales y el 52% en los Concejos Municipales. Sin embargo, las cifras son desalentadoras en la rama ejecutiva del poder, apenas se cuenta a cuatro ministras frente a 13 ministros, 22 mujeres en alcaldías frente a 316 alcaldes y sin gobernadoras (0%).

A pesar de estas brechas en los ámbitos económico, político y social, todos los días evidenciamos que las mujeres bolivianas son el motor de la economía, las cuidadoras de la vida, del medio ambiente, las defensoras de la democracia, las que estuvieron en primera línea de acción frente al COVID-19 y que su poder de resiliencia está permitiendo que hoy puedan salir de la crisis y superar los efectos de la pandemia, empujando así a toda la sociedad.

Hoy, ONU Mujeres ratifica su compromiso por seguir trabajando junto a todas las mujeres del país para cumplir con las metas que la humanidad se ha propuesto, una sociedad de derechos viviendo en un entorno sostenible, en donde mujeres y hombres en toda su diversidad cuenten con las mismas oportunidades y accedan a ellas en las mismas condiciones. Para que nadie se quede atrás.

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