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Dirigentes de organizaciones sociales advierten que no permitirán ningún golpe de Estado

Con ese inconfundible tono oriental y una locuacidad a toda prueba, Escobar señaló que el paro de los cívicos cruceños puso al descubierto su carácter fascista y golpista porque intentó desestabilizar al Gobierno Nacional, coartó las libertades individuales e hizo del matonaje una práctica común en contra de quienes piensan diferente.

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Democracia
Foto-RR SS

La Paz, 24 de noviembre 2021

“Estamos marchando por nuestra Patria, por nuestra libertad, por nuestra democracia y vamos a frenar el golpe de Estado de la derecha y mientras estemos vivos ellos no volverán a gobernar”, manifestó con énfasis Carlos Eduardo Escobar, quien llegó desde el lejano y combativo Distrito 9 de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra para participar de la Marcha por la Patria que este miércoles realiza una parada en la población de La Huachaca.

Con ese inconfundible tono oriental y una locuacidad a toda prueba, Escobar señaló que el paro de los cívicos cruceños puso al descubierto su carácter fascista y golpista porque intentó desestabilizar al Gobierno Nacional, coartó las libertades individuales e hizo del matonaje una práctica común en contra de quienes piensan diferente.

Enfundado en una bandera cruceña, camina por la carretera a paso ligero junto a sus compañeros que llegaron de barrios rebeldes como la Villa Primero de Mayo, Plan Tres Mil y otros que armaron una trinchera de resistencia y lucha en contra del paro cívico.

Como parte de la larga columna de líderes y miembros de organizaciones sociales, Eduardo Olivares transita presuroso por la carretera. Es originario del ayllu Kharacha, norte de Potosí, curtido por el inclemente sol, poco locuaz pero coherente y acostumbrado a recorrer largas distancias y caminar por impresionantes cerros y quebradas.

Olivares está enfundado en un poncho verde como toda autoridad originaria, porta un chicote que rodea su hombro, una chalina y tiene un sombrero que tiene una cinta multicolor donde se destaca la figura del cóndor y otras figuras indescifrables.

“Vamos a defender a nuestro Gobierno que ha ganado con el 55% de los votos en las urnas y no vamos a permitir que la derecha fascista, que le gusta mentir y robar, haga un golpe de Estado”, manifiesta la autoridad originaria que encabeza y lidera a más de un centenar de afiliados de la Federación de Ayllus del Norte de Potosí.

Los miles de marchistasrecorrieron entre el martes y miércoles, alrededor de 65 kilómetros. Llegaron de zonas lejanas como Santa Cruz, Beni, Tarija y otros. Participan organizaciones como la Central Obrera Boliviana (COB), Pacto de Unidad, mineros de Huanuni, Federación Departamental de Juntas Vecinales de El Alto, diferentes federaciones de campesinos del país, Sindicato de Trabajadores Municipales de Oruro, Sindicato de Trabajadores Petroleros, Fortaleza Minera del Sud, las Seis Federaciones del trópico de Cochabamba, Consejo Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyu (Conamaq), Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” y otros.

Wilfredo Fernández, que es trabajador minero de Atocha, departamento de Potosí, camina a paso firme por la carretera asfaltada Panduro-Lahuachaca junto a cientos de trabajadores del subsuelo que llegaron de tierras lejanas como Siete Suyus y otros.

Relata que extrae laboriosamente junto a otros miles de obreros complejos mineralógicos como zinc, wólfram, estaño, plata, antimonio y otros y recuerda que los mineros no extraviaron su carácter revolucionario y combativo, por lo que se aprestan a defender al Gobierno Nacional elegido por la mayoría de la población.

“Pedimos que se respete nuestro voto y como centro minero no permitiremos ningún golpe de Estado o desestabilización del Gobierno”, finalizó Fernández.

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