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Sociedad

El 49% de los bolivianos ve democrático al Gobierno de Áñez

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Un mes después de que Jeanine Áñez asumió la presidencia, el país todavía estaba polarizado. Así lo revela una encuesta que Captura Consulting realizó entre el 2 y el 16 de diciembre de 2019 a 900 personas en Santa Cruz, La Paz, El Alto y Cochabamba.

Las preguntas que los consultados respondieron fueron la descripción del periodo del Gobierno transitorio, el optimismo o pesimismo, los sentimientos frente al Ejecutivo, la percepción a futuro de la situación del país frente a algunos aspectos (sociales políticos, económicos, salud y educación), la situación actual (narcotráfico, corrupción, discriminación, seguridad, empleo, inversión e inflación) y la espiritualidad o religiosidad luego de los acontecimientos experimentados en el país durante octubre y noviembre.

Descripción del Gobierno

En la primera pregunta, los picos altos mayormente se concentraron en La Paz y Santa Cruz. En la sede de Gobierno, el 44% considera al Gobierno como ilegal, un 55% ve que es inestable, 42% cree que es combatiente, un 54% asume que es racista, el 54% de los consultados cree que no es democrático, el 20% asume que es izquierdista, el 44% asegura que es incapaz y el 50% ve sus funciones con preocupación.

Por otro lado, en la capital cruceña el 52% asegura que es legal, el 46% ve que es estable, el 53% lo considera pacificador, el 54% cree que es inclusivo, el 57% asegura que es democrático, el 55% cree que es profesional y el 51% lo ve con preocupación.

En El Alto, el rango más elevado se concentró en la corriente ideológica, con un resultado del 62% de los que creen que es derechista.

El futuro

La segunda pregunta estuvo enfocada a la actualidad, si es que la persona siente optimismo o pesimismo respecto al futuro del país.

El 48% se siente más optimista, frente a un 29% que dijo sentirse más pesimista y un 23% que ve que todo está igual que antes. En este punto, los adultos (entre 41 y 65 años) son los más optimistas con un 53%, mientras que los más pesimistas son los jóvenes adultos (entre 26 a 40 años) con un 32%. Los jóvenes, entre 18 a 25 años, son quienes creen que todo está igual, con un 28%.

Los sentimientos

En este punto se manejó cuatro ejes: sentimiento de mucha esperanza en el país, confianza en los nuevos líderes, irritabilidad y angustia. Las respuestas estaban enmarcadas dentro de una escala del 1 al 3, donde 1 era estar en desacuerdo con el sentimiento, 2 ni acuerdo ni desacuerdo y 3 de acuerdo.

En el caso del sentimiento de esperanza en el país, el 59% estaba de acuerdo frente a un 22% de desacuerdo y un 19% en término medio. Aquí, el mayor porcentaje registrado en estar de acuerdo fue en Santa Cruz con un 66%, mientras que en La Paz se registró un 27% en desacuerdo.

Sobre la confianza en las nuevas figuras políticas, el 42% estaba en desacuerdo frente a un 38% que dijo estar de acuerdo con el resurgimiento. En este punto, el 55% se registró en La Paz, frente a un 31% de Santa Cruz.

En cuanto a la irritabilidad, un 48% dijo no sentir esto, mientras que un 33% expresó que sí. Sobre la angustia, el 44% señaló no sentirla, mientras que un 38% confesó sí padecerla.

Confianza en el prójimo

Uno de los datos más llamativos de la encuesta fue la confianza del ciudadano con sus coterráneos. El 65% dijo sentirlo hacia sus vecinos, mientras que un 43% hacia la Policía boliviana.

En el tema de la buena vecindad, los puntos más altos se dieron en El Alto y La Paz, con un 70%, tomando en cuenta los días de violencia que se vivieron en estas dos ciudades.

La esperanza frente al horror

La siguiente consulta del estudio, pedía a los encuestados elegir los dos sentimientos predominantes en ese momento.

La esperanza, con el 41% y la tranquilidad, con un 35% fueron los sentimientos más votados, frente al horror con un 2% y el asombro con 8%.

En esta pregunta, fueron las mujeres quienes se sentían más esperanzadas, con un 43%, mientras que los hombres, un 38% dijeron sentirse más tranquilos.

Aspectos del país

Los consultados percibían que la situación sería regular en lo social (56%), político (49%), económico (58%), salud (52%) y educación (51%).

A futuro, un 69% de los encuestados creen que será malo el tema del narcotráfico. En corrupción, el 67% indicó que será malo. El 57% cree que será negativo el aspecto de la discriminación. Un 47% aseguraba que será regular la seguridad. En el caso del empleo, el 55% respondía que será regular. En inversión en el país, 52% igual cree que será regular y el 56% cree que la inflación será regular.

Las creencias

¿Siente que luego de los acontecimientos vividos en nuestro país su fortaleza espiritual/religiosa se ha debilitado, se mantiene igual o se ha fortalecido? fue la última pregunta de la encuesta.

La mitad cree que se ha mantenido, el 33% aseguró que se fortaleció, frente a un 16% que percibió que se debilitó.

Una sensación de polarización

“Se percibe una percepción dividida muy marcada en las opiniones, casi polarizada, esto denota que todavía no hay una confianza plena en que el país haya retornado a la paz social y mucho menos a la estabilidad política. Está claro que la población se siente susceptible y no confía mucho en las instituciones”, fue la primera impresión de Franklin Parejas, analista político, sobre los resultados de la encuesta.

El politólogo Daniel Valverde coincide en que existe una polarización. “En estos 30 días ha podido cambiar algunas percepciones, posiblemente”, dijo, pero, aun así cree que existe un estado de confusión en la población, porque no sabe cuál es el norte.

Inestabilidad y preocupación

Parejas asegura que el país aún no ha salido de la crisis política, que el proceso de transición todavía tiene, en la memoria corta, los hechos luctuosos, violentos, de alta tensión y confrontación que marcaron una huella profunda en el pensamiento y sentimiento de la ciudadanía. “Por otra parte, el asedio permanente, desde dentro y fuera del país, con una retórica hostil por parte de las exautoridades, discursos en tono de amenazas violentas por parte de los dirigentes políticos del MAS en el país, producen temor, preocupación y escepticismo fundamentado. En definitiva, la población no percibe aún que el país esté viviendo un momento de paz social y plena normalidad”, dijo.

Aspectos positivos

Parejas y Valverde concuerdan que hay una ganancia del proceso de movilización ciudadana, que es que las personas confían más en sus vecinos o entorno territorial que en las instituciones. “Esto supone que desde la sociedad se ha construido un tejido social que es cuestionadora e interpeladora de la política y el sistema. No obstante, no se percibe optimismo acerca del futuro, la transición es percibida como un proceso frágil aún”, señala Parejas.

Valverde cree que es importante tomar en cuenta el aspecto del optimismo y pesimismo, ya que, debiera suponerse que el optimismo haya sido contagiado por los jóvenes a los otros rangos de edad, pero es al contrario. Además, lo que más le llama la atención es el componente socioeconómico, es decir, entre los de nivel bajo y medio. “Muy elevado el porcentaje de las personas del nivel socioeconómico bajo que creen ilegal el mandato (47%) frente al nivel medio que responde que es legal (61%)”. Igual destaca en este aspecto lo regional, pues en La Paz respondieron que el Gobierno no es democrático (54%), frente a similar porcentaje en Santa Cruz que cree que sí lo es.

En la consulta acerca del 54% de los encuestados que asumen que es un Gobierno derechista, Parejas cree que es porque la actual gestión pública antagoniza con el Movimiento Al Socialismo.

“(El MAS) instaló en el imaginario popular que son la izquierda nacional. Sin embargo, la transición, al estar desmontando aparentemente la estructura del anterior Gobierno, daría la sensación de que está dando un viraje también desde la perspectiva ideológica. Lógicamente hay una cantidad importante de autoridades que pertenecen a la fuerza política de Demócratas, que indudablemente es una fuerza más próxima a la derecha”, explicó. Fuente: El Deber

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