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El dictador García Meza pide su libertad a 37 años del golpe militar en Bolivia

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El dictador García Meza pide su libertad a 37 años del golpe militar en Bolivia

Condenado a 30 años de prisión sin derecho a indulto, el militar retirado afronta un nuevo proceso por enriquecimiento ilícito. Hoy, un homenaje reafirmará el pedido de justicia para las víctimas de la dictadura.

A 37 años del golpe militar que encabezara,  Luis García Meza Tejada -condenado a 30 años de prisión sin derecho a indulto- solicita su libertad condicional. Sin embargo pesa contra él y sus hijos un nuevo proceso por enriquecimiento ilícito. “El general está en el limbo” dice su abogado. Hoy Asofamd reafirmará su pedido de justicia para las víctimas de  la dictadura.
El 17 de julio de 1980 estalló el golpe   contra el gobierno de Lidia Gueiler Tejada con un alzamiento militar en Trinidad y la toma del Palacio de Gobierno en La Paz. Paralelamente, paramilitares asaltaron la sede de  la Central Obrera Boliviana (COB,  donde se realizaba una reunión del Comité de defensa de la Democracia.
 En esa toma fue asesinado el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz,  además de los dirigentes Carlos Flores y Justo Vega.  Siguieron decenas  de detenciones políticas, incluida la de Juan Lechín, y la renuncia obligada de  Gueiler. El 18 de julio, Luis García Meza asumió la presidencia de Bolivia.
 “El golpe de Estado estaba cantado desde marzo de ese año, cuando torturaron y asesinaron  a Luis Espinal”, recuerda María Amparo  Carvajal,   luchadora social y actual  presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB).
Hubo más señales  previas: el 2 de junio en un accidente de avión, del que sólo sobrevivió Jaime Paz Zamora,  fallecieron cuatro dirigentes de la UDP. Dos días antes de las elecciones del 30 de junio, el estallido de una granada en una marcha de la COB dejó dos muertos.
” Protagonizado por la violencia y la intolerancia, fue ejemplo de abuso atrabiliario e irresponsable del poder  -sostiene la Historia de Bolivia de Mesa y Gisbert-. Durante este gobierno se hicieron diversos negociados, se cortaron radicalmente las libertades ciudadanas y se estableció un sistema de amedrentamiento y abuso contra la población en el contexto de derechos políticos y sindicales suspendidos”.
 El 15 de enero de 1981, en pleno régimen, el asalto  a una reunión del MIR en una casa de la calle Harrington masacró a ocho dirigentes: Hugo Suárez, Arcil Menacho, José Reyes, Ramiro Velasco, Artemio Camargo, Ricardo Navarro, Jorge Baldivieso y Gonzalo Barrón.
El gobierno de facto   duró hasta el 4 de agosto de 1981, cuando fue derrocado por las mismas FFAA que lo llevaron al poder.
En 1994, Luis García Meza  fue juzgado y sentenciado a 30 años de prisión por responsabilidad en la muerte de Marcelo Quiroga y a otros 20 por los asesinatos de la calle Harrington. Fue enviado a Chonchocoro pero hace dos años cumple su pena en el hospital de COSSMIL por su estado de salud.
En enero pasado, un tribunal italiano sentenció al exgeneral y a Arce Gómez (preso en Chonchocoro) a cadena perpetua por la muerte de una veintena de ciudadanos  italianos durante el Plan Cóndor.
“Hay que revisar la historia”
“Se pretende que todos los crímenes de las dictaduras, desde el 64 hasta el 81, pesen sobre la espalda de García Meza. Eso es injusto”, asegura Frank  Campero Callisaya, abogado  del expresidente de facto. El jurista lleva adelante una acción de libertad condicional para su defendido.
“En octubre  se ha presentado una acción de libertad condicional para que el general García Meza pueda  seguir cumpliendo su condena pero con medidas.  La acción procede porque ya  ha cumplido dos  terceras partes de su condena, ha demostrado buena conducta y ha aprendido un oficio. Sólo faltaba el informe del Consejo penitenciario”.
La solicitud, que provocó rechazo y la declaratoria de emergencia de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional de Bolivia (Asofamd), fue rechazada por la justicia.
El  juez cuarto de Ejecución Penal, Abraham Aguirre, determinó negar el pedido de García Meza porque incumplía  requisitos referidos a trabajo y educación en la prisión   y porque  el informe del Consejo Penitenciario tenía una calificación de 26 sobre 100.
“De manera legal hemos ganado el proceso de la libertad condicional, ya el elemento político escapa de nuestras manos”, considera el abogado y anuncia una apelación. “Al día siguiente notifican por enriquecimiento ilícito para que con ese proceso se pare la libertad”, añade y se refiere al proceso por enriquecimiento ilícito que fue interpuesto por Transparencia contra García Meza y sus tres hijos.
 En mayo pasado el viceministro de Transparencia Institucional, Gonzalo Trigoso, reafirmó la acusación:  “García Meza Tejada robó al pueblo de Bolivia decenas de millones de dólares que hoy día sus hijos, sus familiares están disfrutando y moviendo en cuentas bancarias en Norteamérica, City Bank, en Panamá y Bolivia -dijo-.  García Meza será juzgado por la devolución del daño civil, el enriquecimiento ilícito que tuvo el señor que ensangrentó a la patria”.
Los dos últimos años -y en varios periodos anteriores- Luis García Meza, de 86 años, cumple su condena  en el hospital de COSSMIL. Según su abogado, el  gobernador de Chonchocoro deslindó responsabilidades sobre la salud del reo  debido a que el penal no cuenta con médicos permanentes.
“El general padece 12 enfermedades serias. Él tiene una válvula en el corazón que ya ha cumplido vida útil, también tiene sangrado estomacal  y no puede caminar por problemas de  columna”, refiere.
Aunque Campero no había nacido en 1980, asegura que García Meza no fue responsable. “Él tuvo errores, como aceptar la presidencia, por lealtad a las FFAA”.
Dice que García Meza  no tuvo que ver con la muerte de Marcelo Quiroga Santa Cruz ni con la masacre de la calle Harrington. “La muerte de Quiroga fue ordenada por Banzer, por eso su cadáver fue llevado a la hacienda de éste en San Javier”, declara.
“Es imposible que el presidente sepa todo lo que hacen los mandos medios. Actualmente, si un ministro comete un delito se lo culpa a él, no al presidente”, asegura y siempre que  habla de su cliente  se refiere a él como general:
“Me considero garcíamecista, no del que se conoce  sino del verdadero general Luis García Meza Tejada que lo ha dejado todo por sus FFAA y ha perdido incluso su libertad. Tiene derecho a decir su verdad”,  confiesa.
“Se pretende que  los crímenes de todas las dictaduras, desde el 64 hasta el 81, pesen sobre la espalda de García Meza. Eso es injusto”
Fuente: Páginas Siete

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