El número de desplazados internos se elevó a 41,3 millones en todo el mundo

“El informe de este año es un triste recordatorio de las graves y urgentes necesidades de las personas que fueron obligadas a huir de sus hogares”, dijo Alexandra Bilak, directora del IDMC, una entidad de la ONG humanitaria Consejo Noruego para los Refugiados (CNR) que recoge y analiza desde 1998 datos sobre este fenómeno a nivel mundial.

Según los datos relevados, en 2018 se registraron 28 millones de nuevos desplazamientos internos en todo el mundo, de los cuales 10,8 millones tuvieron su origen en conflictos y violencia armada y 17,2 millones a desastres naturales, según consignó EFE.

De estos últimos, 7,9 millones fueron ocasionados por ciclones, huracanes y tifones, los fenómenos meteorológicos que más movimiento interno de personas causaron. Según el informe, quienes intentan regresar a sus hogares suelen encontrar sus propiedades destruidas y las infraestructuras dañadas, además de una situación en la que escasean los servicios básicos.

“Muchos de los factores que llevaron a las personas a abandonar sus hogares les impiden regresar o encontrar soluciones en los lugares donde se han establecido”, señaló Bilak.
Asimismo, el secretario general del CNR, Jan Egeland, destacó que “los resultados de este informe son una llamada de atención para los líderes mundiales” tras recordar que, al no haber cruzado las fronteras de sus países de origen, los desplazados internos reciben una pésima atención internacional.

Los países donde se registraron los mayores desplazamientos internos en 2018 por violencia fueron Etiopía (2,9 millones), República Democrática del Congo (1,8 millones) y Siria (1,6 millones).

En tanto, la lista de países que encabezan el mayor número de personas forzadas a abandonar sus hogares a causa de desastres naturales son Filipinas, con 3,8 millones de desplazamientos; China, 3,8 millones e India, con 2,7 millones.

“Millones de personas que en 2018 se vieron obligadas a huir de sus hogares están siendo perjudicadas por una administración nacional ineficaz y por una diplomacia internacional insuficiente”, añadió Jan Egeland.