Política

El voto responsable para tomar parte activa de lo que hace y decide Bolivia

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(Infodiez-16/10/20)

Por Guido Pizarroso Duran

El país está cansado de las promesas electorales que nunca se cumplen. Precisamente por ello es que los partidos políticos tradicionales han perdido la confianza y credibilidad del pueblo y desaparecieron. Las promesas pasan y la dura realidad de frustraciones es lo que queda. El país ya recibió promesas de “cero” corrupción y de que pronto Bolivia sería como Suiza. También se prometió acabar con la pobreza. Algunos políticos piensan que el pueblo no tiene memoria, pero la experiencia de lo ocurrido en los últimos 14 años, debiera servir de instrumento de reflexión a los políticos y al ciudadano.

No se debe olvidar que la democracia le da al pueblo el derecho de decidir. La ciudadanía expresa su sentimiento de diferentes maneras. Lo hace día a día por los medios de comunicación, y ocasionalmente en referendos temáticos o cuando acude a las urnas en elecciones. El domingo que viene los ciudadanos acudirán a las urnas para decidir el futuro del país.

Lo único cierto es que en este crucial momento la responsabilidad está en el ciudadano, que tiene que meditar sobre la importancia y el valor fundamental del voto, y pueda comprender que votar es tanto un derecho como una responsabilidad. Es también una forma del ejercicio de tomar conciencia plena de lo que se va a decidir. Pero lo más importante es comprender que la consecuencia de no votar significa ceder nuestro derecho, y dejar que se imponga la voluntad de otros, en algo que a nosotros nos correspondía.

Por ello insistimos en la necesidad de meditar para tomar decisiones que son trascendentales, no solamente para la política, sino para ejercer nuestros derechos y velar por un futuro mejor. Es necesario votar de manera razonada, de manera que se llegue a las urnas luego de una reflexión. En nuestro país muchas veces grandes conglomerados se dejan llevar por consignas, amenazas, promesas, o la prebenda. Es triste ver que alguien entregue su voto siguiendo simplemente instrucciones o cediendo ante presiones. Una persona que vota sin convicción pierde su libertad, su albedrío, y no puede considerarse libre si cede a las imposiciones y manipulaciones o a un “premio”.

Los procesos electorales tienen que ser aprovechados por el ciudadano como una oportunidad para tomar parte activa de lo que hace y decide el país,  y para ejercer el derecho de hacerse escuchar y hacer valer su opinión y sus sentimientos. Votar significa decidir libremente, es decir que nadie pueda interferir en expresar la voluntad. Es necesario comprender la importancia del voto porque representa el poder del ciudadano, es el arma más poderosa que tiene el pueblo para premiar o castigar a los políticos según sus actos. Ojalá que en las elecciones del domingo la ciudadanía haga uso de su voto reflexivo, de manera que no entregue su voluntad, que piense en el futuro y el destino nacional, ¡ese es el voto consciente! que hará posible que Bolivia asuma su destino por voluntad de la gente y no por las componendas políticas, consignas partidarias, intereses personales o de otra índole.

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