Jair Bolsonaro y Fernando Haddad.

Jair Bolsonaro y Fernando Haddad.

Aunque las encuestas muestran que el virtual ganador de la primera vuelta  podría ser Jair Bolsonaro, la región no deja de mirar expectante lo que serán los resultados de este 7 de octubre en Brasil que darán una pista del rumbo político que puede tomar la economía más grande de Sur América.

Los sondeos indican que los brasileños tendrán que optar en el balotaje entre el modelo liberal propuesto por Bolsonaro, que defiende las privatizaciones y la reducción del gasto público, o el intervencionista de Fernando Haddad, quien promete derribar las medidas de ajuste fiscal de los dos últimos años para que el gasto público pueda «ayudar a hacer girar a la economía».

Brasil como potencia tiene una gran influencia en la región, es por esto que las elecciones son de gran importancia. Dependiendo de los resultados, el tablero geopolítico latinoamericano puede cambiar de forma drástica.

El vencedor de las elecciones asumirá un país que, según las últimas proyecciones del Gobierno, tan sólo ganará un 1,3 % este año tras haber crecido un tímido 1 % en 2017 y que aún sufre los efectos de la profunda recesión de 2015 y 2016, la peor en varias décadas y que dejó una retracción acumulada de cerca del 7 %.

Bolsonaro cuenta con el apoyo de gran parte de la clase media.

Bolsonaro cuenta con el apoyo de gran parte de la clase media.

Por otra parte, hay muchos que opinan que la rabia hacia las élites impulsaría a un candidato desconocido, o dejaría atrás la hegemonía del Partido de los Trabajadores y del Partido de la Democracia Social.

Bolsonaro acumuló 36% en la encuesta de Datafolha más reciente una ventaja de 14 puntos sobre Haddad. El sondeo abarcó 19.552 personas entre viernes y sábado y tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales. Si ningún candidato obtiene la mayoría de los votos, habrá que ir a una segunda vuelta el 28 de octubre.

«En general, estas son las elecciones más extrañas que he visto en mi vida«, dijo Monica de Bolle, directora del departamento de estudios latinoamericanos de la Universidad Johns Hopkins.

Estas elecciones también muestran una tendencia en la región que preocupa algunos sectores de la sociedad y que tiene que ver con el ascenso de grupos evangélicos a la escena política. Además, el desarrollo de estas iglesias se traduce en un aumento del voto conservador, según señalan expertos.

Fernando Haddad junto a su fórmula a la vicepresidencia Manuela d’Avila. (REUTERS/Rodolfo Buhrer)

Fernando Haddad junto a su fórmula a la vicepresidencia Manuela d’Avila. (REUTERS/Rodolfo Buhrer)

Gracias al respaldo activo de los movimientos evangélicos, particularmente poderosos en el gigante sudamericano, el domingo la balanza electoral se estima que estará a favor de Bolsonaro.

«Las recientes elecciones en Chile, Costa Rica, México, Colombia, Guatemala y la del domingo en Brasil revelan una polarización creciente del electorado y un giro político a la derecha«, estima el estadounidense Andrew Chesnut, director de Estudios Católicos en la Virginia Commonwealth University de Estados Unidos.

También está el mercado, que parece estar más cómodo con una victoria de Bolsonaro. La posibilidad de que gane las elecciones ha llevado a la bolsa de Sao Paulo a subir con fuerza en los últimos días.

«Creo que el mercado no está apreciándose por la posible victoria de Bolsonaro sino por la posible derrota de Haddad. Porque el mercado sabe lo que representan el PT y sus políticas económicas, a las que atribuye el elevado déficit fiscal, pero no sabe nada de Bolsonaro. Su política económica es una interrogación», dijo el analista André Perfeito, economista jefe de la corredora Spinelli.

Con información de EFE, AFP y AP