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Elina Guerrero fue aislada y asesinada a puñaladas por su pareja en Oruro  

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Familiares contaron que la joven de 18 años fue obligada por su pareja a cortar todo tipo de comunicación con familiares y amigos. La víctima quería volver a Tarija.

En Oruro, Elina Guerrero Velásquez vivía ajena a su hogar. Su familia, amigos, tradiciones y recuerdos se quedaron en Paicho, una comunidad de Tarija  que dejó hace aproximadamente  un año. En su corazón también se encontraba Argentina, donde vivió un tiempo con su hermana.

La joven, junto a su pequeña hija,   se fue a vivir hace un año  a Oruro con su ahora   asesino, David Atahuachi.   Desde entonces   fue aislada y fue obligada a cortar todo tipo de comunicación con sus familiares y amigos.

El jueves, efectivos de la Policía de Oruro encontraron el cuerpo sin vida de Elina.  Fue  asesinada  a puñaladas  por su pareja.

Elena Velásquez, la prima de la víctima,  no supo de Elina desde mayo del año pasado. “No hablé (con ella), pasa que yo vivo en Tarija y no tenía su  contacto, hace como un año que se fue a Oruro y no tenía su contacto. El chico la sacó de la casa”, contó.

La última vez que la mamá de Elina la vio  fue en Navidad, el año pasado. En cambio, su hermana, quien vive en Argentina,  ya no pudo comunicarse con la joven por culpa del asesino, de quien recibió reproches  con la con la excusa de que  no quería que nadie se involucre en la vida de la pareja.

“En el último mensaje que me mando, mi hermana  dijo que  no sabía como cambiar y  que quería  volver a Tarija. Después de un tiempo,  me llamó el esposo y me dijo que no me metiera en sus vidas, que yo no soy nadie para aconsejar a mi hermana. Me alejé y no volví a charlar más con ella. Hasta que sucedió esto”, lamentó  ayer Andrea.

Elina tenía 18 años, una melena castaña y  ojos verdes.  Y  entre sus fotos, publicadas en redes sociales,  queda ahora  una sonrisa eterna.  “Creo que ella trató de pedirme ayuda.  Me contaba que quería irse, que el chico le prohibía cosas, ella intentaba pedir ayuda. Pero yo no sabía, porque no soy tan adulta, no tuve la capacidad de darme cuenta  de que esto podría acabar  así o que este hombre  le provocaría tanto daño”, lamentó su hermana desde Argentina.

En Paicho, Andrea vivió con Elina hasta sus 10 años. Luego, ambas  migraron a Argentina, como sucede con muchas familias del sector. “Desde chicos salimos todos por diferentes rumbos y con diferentes propósitos, la vida nos separó a todos, somos siete. Yo me crié con Elina hasta los 10 años, después me vine para Argentina y luego de un tiempo vino mi hermana”, contó.

La joven conoció al padre de la niña en Argentina, pero  después  de un tiempo se separó  y  volvió a Paicho. “Ella tiene su nena. Era una joven divertida, llena de vida, no sé cómo pudo pasar esto”,  dijo  Elena, la prima  de la víctima.

Ayer,   familiares llegaron a Oruro para recoger el   cadáver   de  Elina. La  hija de la joven  se irá a Argentina con su papá, quien  volvió  al país para recoger a la pequeña y  llevarla a vivir con él.

El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Oruro,  Iván Luizaga,  indicó que el acusado declaró que cuando llegó a su domicilio las puertas estaban abiertas y  Elina se encontraba tendida en el piso, agonizando, por lo que  intentó brindarle auxilio. No obstante,    el examen físico realizado por los efectivos al principal acusado en el lugar del hecho  evidenció que presentaba heridas y rasguñaduras  en  ambos brazos. “Lo que hace presumir que atacó a la  víctima y que ella intentó defenderse”, dijo.

Entre lágrimas, Andrea  recordó que un día  fue testigo de una advertencia de Atahuachi.     “Él me dijo que (Elina) se estaba portando mal y me dijo que, si ella no se educaba sola, él la iba a educar a su forma”, lamentó. El asesino cumplió su amenaza y mató a la joven.

 

Dan 30 años al asesino de Elina

Mediante un acta de acuerdo de procedimiento abreviado, David Atahuachi   confesó el crimen y se declaró   autor del feminicidio de  la joven tarijeña  Elina Guerrero.

En el documento, Atahuachi renunció al “juicio oral, público y contradictorio”. Solicitó, además, al fiscal de materia someterse al procedimiento abreviado para recibir una  pena de 30 años de cárcel.

Pidió también cumplir su condena en la  cárcel de Morros Blancos, en la ciudad de Tarija. “Donde mi persona tiene el núcleo familiar”, indica el acta. Sin embargo,  el fiscal departamental  de Oruro,  Orlando Zapata, indicó anoche a las 19:00 que aún  se desarrollaba la audiencia de medidas cautelares y que el Ministerio Público solicitó  la pena máxima de 30 años.

Minutos después, a las 19:15, terminó la audiencia y  el juez  sentenció  con 30 años de cárcel sin derecho a indulto al asesino de la joven. Indicó, además, que  mediante un acuerdo, la condena será cumplida en la cárcel de Morros Blancos. Y, de esa manera, aceptó el pedido del feminicida.

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