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Family Ridhaz, la pandilla más peligrosa de La Paz

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Family Ridhaz por dentro: lujo, robos, violaciones y drogas

La agrupación juvenil dedicada a hacer fiestas se convirtió en un grupo que delinque. Hay miembros que tienen procesos penales, pero fueron beneficiados.

Los integrantes de Family Ridhaz hacían gala de sus vehículos último modelo.
 De una pandilla juvenil que realizaba fiestas en 2014, Family Ridhaz se convirtió en una agrupación delictiva cuyos líderes están implicados en robos, en violaciones y en droga. Algunos de ellos tienen procesos penales abiertos en su contra, pero ninguno está encarcelado.
El lujo es lo que más llama la atención de esta pandilla, los cabecillas se mueven en coches de último modelo, se los ve en Hummers, en autos deportivos. Precisamente con este anzuelo fue que reclutaban y aún reclutan a muchachas menores de edad.
 Testigos y afectadas por estos jóvenes hablaron con Página Siete para denunciar que los integrantes de Family Ridhaz gozan de «impunidad”, después de hechos en los que fueron implicados penalmente.
  Los líderes al principio sumaban ocho, algunos de ellos tienen las iniciales L.C., J.R., V.C. y M.L., quienes comenzaron en 2014 con la organización de fiestas, nada fuera de lo común.
 «Después comenzaron a robar, llamaban la atención de chicas, estudiantes de colegio, les invitaban a las fiestas, ahí las dopaban  y les robaban celulares y otras cosas”, contó una joven que tuvo nexos con esta pandilla.
En 2014 comenzaron con las fiestas, cuyas convocatorias eran públicas en redes sociales con una gran demanda, y mientras pasaba el tiempo los miembros de Family Ridhaz comenzaron a delinquir. «Llamaban la atención a otros chicos, los cabecillas hacían seguimiento de las personas que después iban a reclutar, los investigaban”, dijo otra joven, que fue afectada por ese grupo.
 Los celulares y otros objetos eran revendidos en el mercado negro, donde tienen contactos, y así generaban recursos.
 Robos y violaciones
«Las chicas que querían estar con ellos hacían lo que ellos les decían. Si había fiestas para que  estén con la minifalda más corta, iban vestidas así. Después de doparlas, hacían sus cochinadas, las violaban y  se hacían los locos. Les decían que las despacharon a sus casas y que no sabían qué les había pasado”, relató la joven que era cercana a la pandilla.
Cada víctima se iba con una «marca” en el cuerpo que les dejaban los pandilleros. Según el testimonio de la joven, al menos 30 muchachas se vieron afectadas por los Family Ridhaz, la mayoría no quiere denunciarlos por miedo y temor a venganzas. Asimismo, se habla de embarazos.
Los robos se masificaron en las fiestas, había encargados de dar sedantes a las muchachas, otros sustraían sus pertenencias, en algunos casos había violaciones y en otros las dejaban hasta el día siguiente en los locales.
 Delitos, procesos y «chicanas”
Uno de los cabecillas de la pandilla, L.C., fue detenido imputado por robo agravado pero salió de la cárcel hace pocos meses y fue beneficiado con medidas sustitutivas.
Asimismo, al menos tres de los líderes de Family Ridhaz son investigados por la muerte de Fabián Ávila, en agosto de 2015. El joven era integrante de esta agrupación y murió apuñalado en un hecho que aún no se esclarece.
Pero en este caso tampoco hay detenidos, todos gozan de medidas sustitutivas en acciones judiciales que para la madre del fallecido, María del Carmen Ávila, son ilegales.
 «Tenemos información de que estas personas tienen abogados que sobornan a las autoridades para que les beneficien. Sabemos de dos casos puntuales pero cuando yo reclamo no me toman en cuenta, no me escuchan”, denunció la madre.
Fabián murió después de asistir a una fiesta de cumpleaños de uno de los líderes de la pandilla, en una discoteca céntrica. Desde esa muerte, las fiestas de los Family Ridhaz se volvieron privadas y sólo con gente conocida.
  Tanto L.C. como Denis Vargas, acusado de agredir a la joven África Gutiérrez y -según testigos- miembro de la pandilla, presentaron al juez certificados de trabajo otorgados por una constructora.
Según una de las jóvenes afectadas, hay un amigo que tiene la pandilla con las iniciales D.C. que tiene una constructora. «Las autoridades deberían investigar si es la misma persona que dio estos certificados porque ellos (los miembros) usan las mismas estrategias para salir de problemas”.
Además, llama la atención que cada integrante tenga al menos tres abogados que lo  defienden. «¿Con qué dinero les pagan si son jóvenes que ni estudian ni trabajan?”, cuestionó Ávila.
Denuncian protección
Tantos las dos jóvenes denunciantes como la madre de Fabián denunciaron que los cabecillas de la pandilla gozan de protección de «altas esferas” de instituciones encargadas de investigar. «Sólo pedimos que se haga justicia por todas esas chicas que salieron lastimadas por ellos. A ellos los protege gente poderosa, eso sabemos”, dijo una joven.
Fuente: Página Siete

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