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Bolivianos en Argentina

Fraternos dicen la entrada folklórica de Av. de Mayo se convirtió en campaña del MAS

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Bailarines de la fiesta boliviana en Buenos Aires aseguraron que se les instruyó no gritar consignas contra Evo Morales y tuvieron que pagar cuotas y multas.

 

Fraternos que participaron y otros a los que se les prohibió bailar en la Entrada de la Integración Cultural Bolivia Baila Argentina, que se llevó a cabo el sábado en Buenos Aires, denunciaron que el evento terminó por convertirse en un acto de campaña política.

“Esta fiesta se ha convertido en una campaña política en la que se han excluido y castigado a todas las fraternidades que bailaron en el Buenos Aires Celebra”, manifestó María (nombre convencional), una de las fraternas bolivianas radicadas en Buenos Aires desde hace muchos años, cuya fraternidad ingresó entre las últimas de la jornada, como “castigo” por haber bailado en la fiesta de los bolivianos en agosto.

María, quien baila Morenada, aseguró a Página Siete, en contacto telefónico desde Argentina, que este año varios residentes bolivianos reclamaron a la organización por excluir a fraternidades que participaron de la entrada que organiza el Gobierno de Buenos Aires, a medio año.

“Todo fue preparado políticamente porque llegó Evo Morales a esta entrada. Es muy largo de contar, pero se ha movilizado gente de un grupo político kirchnerista que se llama Los Simones, que fueron a apoyar el evento”, manifestó la compatriota.

La bailarina mencionó que los organizadores de la celebración, es decir, la Embajada de Bolivia y otras asociaciones culturales de bolivianos en Argentina, extendieron una circular en la que se instruía a los fraternos “no gritar consignas contra Evo”, bajo la amenaza de ser sancionados.

Asimismo, María y otros participantes de la fiesta denunciaron que en esta ocasión los organizadores de la Entrada de la Integración cobraron 150 pesos argentinos (unos 29 bolivianos) a cada músico de las bandas de la fiesta, por cada vez que hicieron el recorrido para acompañar a una determinada fraternidad.

“Se hizo el cobro de una cuota a todos los músicos de las bandas: 150 pesos por músico, por cada pasada que hicieron. (Los organizadores) dijeron que recaudaron todo ese dinero para pagar la infraestructura de lo que fue el armado de vallas, el escenario, lo necesario para el evento”, dijo.

En versión de la entrevistada, se les informó que los organizadores recaudaron un millón y medio de pesos, que no se destinaron a cubrir los gastos detallados, ya que éstos fueron pagados por los propietarios de dos grandes locales de diversión de la colectividad boliviana.

“Todo esto contó con el auspicio del (salón) bailable más grande que hay acá, que corrió con el gasto del escenario y graderías; otro boliche grande es el que se hizo cargo del vallado, así que no sabemos por qué se recolectó el millón y medio de pesos”.

Morales llegó a Buenos Aires el viernes de la anterior semana, donde presentó tres leyes a favor de los residentes bolivianos que viven en el exterior: la Ley de Registro de Doble Nacionalidad en el Exterior, la Ley de Empadronamiento Permanente en el Exterior y la Ley de Precio Nacional de Combustible para Residentes Bolivianos en el Exterior.

Se había anunciado su presencia en la entrada, pero a última hora cambió su agenda. En la fiesta hubo grupos de residentes que gritaron “Bolivia dijo No”.

Sobre la entrada

  • Prohibición “Los participantes de la celebración debíamos seguir algunas reglas que nos pusieron por escrito, como no difamar en el transcurso de la entrada a Evo Morales, la Embajada ni a los organizadores”, manifestó María.
  • Multas En las actas de sanciones a las fraternidades se lee que Cruceños de Buenos Aires fue multada con 5.000 pesos (950 bolivianos) por “faltar el respeto a los delegados”. La Central Liniers fue suspendida por un año, “por adhesión de integrantes de otras fraternidades”.

 

(FUENTE PÁGINA SIETE)

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