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Insólito: Revendedores de gasolina denuncian discriminación, pero la actividad es prohibida por ley

En los últimos meses, Bolivia, incluida la ciudad de Trinidad, enfrentó una crisis de suministro de hidrocarburos que provocó largas filas en las estaciones de servicio. Durante este periodo, el precio de la gasolina revendida en botella llegó a dispararse hasta 25 bolivianos por dos litros, muy por encima del precio regulado, generando malestar entre la población y un impacto negativo en los costos de la canasta básica familiar.

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Reventa de gasolina
Foto-Reventa de gasolina

Beni, 4 de diciembre 2024

En Trinidad, un centenar de revendedores de gasolina en botella se congregaron en las inmediaciones de las oficinas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) para protestar contra lo que consideran una vulneración de su derecho al trabajo. Aseguran que no se les permite adquirir gasolina en las estaciones de servicio para continuar con su actividad, la cual consiste en revender el combustible a precios superiores, una práctica prohibida en Bolivia.

Los manifestantes, quienes durante años han operado con cierto grado de permisividad de las autoridades locales, departamentales y nacionales, sostienen que están siendo discriminados por la ANH. No obstante, la legislación boliviana estipula que la venta de gasolina debe realizarse únicamente a conductores de vehículos en estaciones de servicio autorizadas, con el objetivo de evitar la especulación y el contrabando.

En los últimos meses, Bolivia, incluida la ciudad de Trinidad, enfrentó una crisis de suministro de hidrocarburos que provocó largas filas en las estaciones de servicio. Durante este periodo, el precio de la gasolina revendida en botella llegó a dispararse hasta 25 bolivianos por dos litros, muy por encima del precio regulado, generando malestar entre la población y un impacto negativo en los costos de la canasta básica familiar.

A pesar de las acusaciones de especulación, los revendedores afirman que siempre mantuvieron un precio de 5 bolivianos por litro y culpan a personas externas a su asociación de aprovechar la situación para inflar los precios. Sin embargo, la percepción generalizada es que esta actividad representa un acto de doble moral, ya que aprovecha la necesidad de los consumidores en momentos críticos.

Actualmente, el suministro de gasolina y diésel en Trinidad y el resto del país comienza a normalizarse, con una reducción significativa en las filas de las estaciones de servicio. Este alivio se debe, en parte, al esfuerzo del Estado boliviano por subvencionar el precio del combustible, el cual se adquiere a nivel internacional.

La ANH ha reiterado que la reventa de gasolina está estrictamente prohibida, y cualquier intento de lucrar con un recurso subvencionado representa un daño económico al país y fomenta el contrabando. En este contexto, se plantea la necesidad de reforzar los controles para garantizar que el combustible llegue directamente a quienes lo necesitan para la circulación del parque automotor.  //El Termómetro Noticias

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