Los ríos del departamento de La Paz corren grave riesgo, debido a la contaminación irreversible generada por las empresas mineras organizadas en cooperativas, ya que estos a plan de dinamita, mercurio y otros compuestos químicos causan destrucción de la flora y la fauna en la región de los Yungas, sin que ninguna autoridad haga algo para frenar el daño a la “madre naturaleza”.

Esta información está contenida en el estudio realizado por Iván Paredes, que revela la magnitud de los efectos de la contaminación de los ríos de la Amazonia boliviana, por efecto de las dragas que operan día y noche en la explotación de oro.

La práctica depredadora tiene grandes efectos y daños a los ecosistemas, tomando en cuenta que los ríos son una fuente de vida en la Amazonia.

El agua del río Kaká es turbia y con manchas de petróleo, por el uso de diésel, no hay peces, no hay animales silvestres, sólo el motor de al menos 20 dragas se escucha en medio del bosque.

Asimismo, el documento sostiene que las aguas cristalinas provenientes de los deshielos de las montañas se tornaron cafés por los elevados niveles de plomo, mercurio y otros compuestos químicos pesados que a diario son derramados por las cooperativas mineras.

Asimismo, detalla que estos efectos se pueden advertir en los ríos de Teoponte, Mapiri y Yara, donde anteriormente había especies de peces baure, suche, pacú, entre otros, ahora desaparecieron, fueron diezmados por el mercurio o plomo.

Según el estudio de Paredes, el sector minero es responsable de cerca del 70% de las emisiones y el consumo de productos con mercurio.