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Política

La presidenta Jeanine Áñez hoy promulgará la Ley para nuevas elecciones en Bolivia

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La presidenta del Gobierno transitorio, Jeanine Áñez, interrumpió por algunos minutos la reunión que sostenía con representantes de sectores sociales afines al MAS y mostró el proyecto de ley sancionado por la Asamblea Legislativa, y anunció que será promulgada hoy, a las 10:00, en un acto público en Palacio Quemado.

La aprobación del proyecto de ley demandó más de 20 horas de negociaciones entre el jueves en la noche y el viernes. Oficialistas y opositores lograron consensuar con el Gobierno y el MAS una propuesta sobre la base de tres acuerdos: Que Evo Morales y Álvaro García Linera no puedan postular para los próximos comicios, una gestión de seis años para los nuevos integrantes del Tribunal Supremo Electoral, y que los partidos puedan presentar otras alianzas y nuevos candidatos.

Los acuerdos se alcanzaron gracias a la mediación de la cúpula de la Conferencia Episcopal de Bolivia, del embajador de la Unión Europea en Bolivia, León de la Torre, y del enviado del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, el francés Jean Arnaud.

La sesión, que estaba convocada para las 8:30, se instaló después de las 10:00. El senador Edwin Rodríguez, UD, fue el primero en tomar la palabra y su declaración enfureció a los miembros de las bancadas del oficialismo y de la oposición. Dijo que los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que resulten seleccionados deben cumplir una etapa transitoria; además, que la ley no permita el prorroguismo de la presidenta Jeanine Áñez ni de los miembros de la Asamblea Legislativa. Insistió en que el mandato concluye el 22 de enero.

Desde Óscar Ortiz, presidente de la comisión de Constitución del Senado, pasando por el senador chuquisaqueño Milton Barón o Adriana Salvatierra, estos dos últimos del MAS, como otros oficialistas dijeron que Rodríguez tomó la palabra para tener cinco minutos de televisión. Además, criticaron su actitud de confrontar cuando “todos trabajan en favor de la pacificación”.

Calendario

Los senadores resaltaron que los nuevos vocales del TSE tendrán 48 horas, después de su conformación, para presentar un calendario electoral y definir la fecha de los comicios generales. Adelantaron que lo harán con el asesoramiento y el apoyo técnico y económico de la Unión Europea y de las Naciones Unidas.

Oficialistas y opositores hablaban el mismo idioma. Empujaban el mismo carro, apoyaban un consenso que por primera vez en casi 14 años se había conseguido. Los obispos, los embajadores de la UE y el enviado de la ONU no pudieron contenerse, se pusieron de pie, comenzaron a aplaudir y se fundieron en un efusivo abrazo cuando todos, hasta el disidente Rodríguez, votaron y el secretario de la Cámara de Senadores declaró que la ley fue aprobada por unanimidad en su estación en grande.

La presidenta del Senado, Eva Copa (MAS), antes de continuar con el tratamiento de la norma declaró un cuarto intermedio y convocó a los jefes de bancada a una reunión. En esa instancia, una parte de la bancada del MAS anunció que intentaría incorporar, sin consenso y por dispensación de trámite, el proyecto de ley extraordinaria para reafirmar el ejercicio de los derechos y garantías del pueblo boliviano, que plantea en los puntos más conflictivos ordenar al Ejecutivo no perseguir, juzgar ni procesar por la vía ordinaria al expresidente Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera. Además, que todos los detenidos durante los conflictos y los acusados por terrorismo, sean liberados

El proyecto fue presentado por la senadora Sonia Chiri, y secundada por Adriana Salvatierra, Milton Barón y María Elizabeth Oporto. Horas antes, la expresidenta del Senado había reclamado publicaciones de medios de comunicación impresos que hablaban de un “ala radical” dentro del MAS, y aseguró que no había división en el partido, pero poco después los hechos demostraron lo contrario.

Estación en detalle

Los senadores retornaron del cuarto intermedio a las 13:30, y en no más de media hora la norma estaba aprobada en detalle. Los asistentes, los periodistas y los presentes esperaban una explosión de algarabía, pero ya no ocurrió.El buen ambiente de la mañana había desaparecido por el intento de la bancada del MAS de aprobar, sin consenso previo, el proyecto de ley para conceder ‘amnistía’ a Evo Morales y a Álvaro García Linera.

El senador Óscar Ortiz aseguró que, efectivamente, había algunos artículos de la ley propuesta por la facción del partido de Morales que fueron consensuados en reuniones que se realizaron durante la semana en la oficina del Programa de Naciones Unidas por el Desarrollo (PNUD), ubicada en la calle 14 de Calacoto, y que contaron con la participación de representantes del Gobierno, así como también de los exministros Carlos Romero y Héctor Arce.

Ortiz se refirió, por ejemplo, a que el Gobierno se comprometió a pagar indemnizaciones a los familiares de las personas fallecidas, a cubrir los gastos médicos de todos los heridos, pero afirmó que no era tolerable el aspecto relacionado con la impunidad.

Salvatierra y Barón negaron que se tratara de impunidad. Aseguraron que la ley evitaba que el Gobierno siguiera cometiendo excesos y se garantizara temas humanitarios. En medio de la discusión, la presidencia de la Cámara Alta declaró otro cuarto intermedio.

En ese momento, los facilitadores de la Iglesia católica y los representantes de los organismos internacionales se reunieron con los senadores. Al menos una hora después, el embajador De la Torre y el delegado de la ONU salieron en conferencia de prensa y manifestaron que iba a negociarse una mejor redacción de la ley y pidieron al MAS que “haga un esfuerzo adicional” para lograr la concertación.

Cuando se reinstaló la sesión, la presidenta Copa desplegó una personalidad arrolladora para enfrentar a sus propios compañeros de partido. El secretario del Senado, Omar Aguilar, admitió que no era prudente continuar con el tratamiento, así que planteó la suspensión del tratamiento.

La senadora Oporto amenazó con iniciar inmediatamente una huelga de hambre si es que no la dejaba hablar. La presidenta respondió: “Hágalo, si quiere”. Al final, pidió votación, y todo el oficialismo y el resto de la bancada del MAS acumularon la mayoría absoluta para cerrar el tratamiento”.

Diputados

La sesión en Diputados comenzó con mucha turbulencia. Los asambleístas leyeron el texto de los 24 artículos y las cinco disposiciones finales. Cuando el presidente de la Cámara Baja, Sergio Choque (MAS), abrió el debate en grande se anotaron decenas de oradores.

Los partidarios del MAS derrocharon el resentimiento que dejó en sus corazones los más de 30 muertos provocados, según ellos, por un gobierno de facto. Los del oficialismo recordaron todos los casos de corrupción que pesan sobre el gobierno de Evo Morales, como el caso Zapata, los taladros de YPFB, las barcazas chinas. Una vez más la Cámara Baja reflejó las diferencias entre dos visiones de país.

Otra vez la sorpresa, cuando llegó la hora de votar por la aprobación en grande, poco después de las 19:00, los diputados levantaron la mano de forma unánime.

El tratamiento de los artículos 1 al 5 fue muy lenta, porque siguieron los discursos de confrontación entre ambos bandos. Fue hasta que el diputado opositor Amílcar Barral pidió parar y que de una vez avance el tratamiento. Desde entonces, solo algunos diputados paraban el ritmo de “en consideración”, “los que estén de acuerdo” y “aprobado”, para intentar hacer algún cambio, pero la respuesta en todos los casos fue negativa porque la norma “vino consensuada”.

Al terminar, el presidente Sergio Choque dio un discurso de unidad, resaltó que la sesión “fue una buena excusa para desahogarnos, pero ahora es tiempo de conversar y parar la confrontación”.

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