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Las aves más hermosas de Bolivia en peligro de extinción

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De los Andes a la Amazonia, los cielos bolivianos resguardan un importante tesoro: más de un millar de especies de aves que lo surcan y que con sus colores, cantos y matices dan vida a los bosques y reservas del país.
Cien de estos pájaros  han sido retratados por el fotógrafo español    Daniel Alarcón quien, a principios de este año, presentó  Aves mágicas bolivianas, un trabajo  que  incluye   fotografías  y que se enriquece con datos de las especies y mapas que permiten conocer la ubicación los lugares y áreas que habitan.
«Se trata de un trabajo al que le he dedica casi  ocho años de mi vida”, cuenta Alarcón en entrevista con Página Siete. Y es que fotografiar aves puede convertirse más que en un desafío en una obsesión. En el caso de  este fotógrafo español radicado en Bolivia, una obsesión que le ha llevado a recorrer, cargado de su Canon EF 500, bosques, reservas y parques nacionales hasta el cansancio y en los que ha perseguido  los cantos  de estos pájaros para así inmortalizarlos  a través de la imagen.
«Quería que los bolivianos   conozcan   las 17 especies de aves endémicas del país y más. La mayor parte de los pájaros fotografiados está catalogado como rara o en peligro de extinción”, cuenta Alarcón, convencido de que los bolivianos deben  tomar conciencia sobre el peligro que corren.  Y cómo no, si para él las aves bolivianas son  «auténticos tesoros nacionales”.
El proyecto
Alarcón participó hace varios años en la elaboración de la  primera Guía fotográfica  de aves de Bolivia, un trabajo publicado en 2012. Desde entonces  «quedó como asignatura pendiente la publicación de una serie de fotografías de especies que no pudieron ser incluidas en ese libro. En su gran mayoría eran aves endémicas”, escribe Alarcón en la introducción de su libro.
Cuando revisó su colección de fotos se dio cuenta que había capturado  al rededor de nueve  especies de aves endémicas. «Con el libro en mente me puse manos a la obra para intentar fotografiar el resto de las aves endémicas”, explica este fotógrafo.
 El trabajo, sin duda, más allá de permitirle conocer la diversidad de bosques y reservas bolivianas, le significó un alimento para el espíritu.   «Observar a esas aves puede convertirse en una pasión. De hecho,  es algo que se hace mucho en Europa y Estados Unidos hace ya mucho años.

 

Es más que un hobby, pues esta experiencia permite estar en zonas aisladas, muchas de ellas mágicas”, asegura.
El proyecto del libro se concretó con el apoyo de la editorial Técnicas Reunidas, que es la casa que apoyó esta iniciativa. «Es un libro que refuerza nuestro compromiso con Bolivia y su inmensa y riquísima naturaleza silvestre y su medio ambiente”, detallan al inicio de la publicación.
  Aves en riesgo
«Todas las aves que forman parte de este libro  tienen algún  grado de amenaza  o  de vulnerabilidad”, señala Alarcón, quien paralelamente al trabajo de fotografía llevó adelante una ardua investigación sobre estas especies. Esa información, sin duda, enriquece el trabajo.
De ahí que  se puede conocer que la pava copete de piedra, especie que habita en parques nacionales como el Amboró, el Carrasco, y el Isiboro Sécure, está considerada en peligro crítico de extinción. «Su principal amenaza es su fragmentada distribución  geográfica que la ha reducido a pequeñas poblaciones aisladas dentro de los parques nacionales”, se lee.
En el libro también se da cuenta de que  en la actualidad en Bolivia se tienen  sólo al rededor de 1.600 ejemplares del zambullidor del Titicaca, un ave acuática que no tiene capacidad de vuelo,  que al igual que el anterior se halla e peligro de extinción.
Ni qué decir de la paraba barba azul, que habita los llanos de Moxos en el Beni, cuya situación es crítica, pues la información recolectada en el libro sugiere que a la fecha en el país sólo se tienen 300 ejemplares en libertad. De igual forma sucede con la paraba frente roja, otra especie endémica boliviana   que habita los valles secos internadinos en las cuencas de los ríos Caine, Mizque, Grande y Pilcomayo. De esta ave se sabe que a la fecha existen al rededor de 1.000 ejemplares adultos.
«Todas las aves para mí son mágicas. Son muy importantes por su belleza y  por si dificultad a la  hora de ser fotografiadas”, dice el fotógrafo. En efecto, tras un par de años de salir a fotografiarlas, Alarcón recuerda que cada una fue cayendo presa del flash, salvo una la inefable gralaria boliviana.
«Después de cuatro viajes a Cochabamba, aprenderme de memoria su canto -con el que llegué a soñar- y tenerla varias veces a escasos de mi objetivo sin dejarse ver, tuve    que rendirme  y solicitar ayuda a un amigo norteamericano (Paul Jones) que tuvo la gentileza de cederme una imagen de esta ave que tomó en su día para así completar el libro”, cuenta Alarcón.
El esfuerzo valió la pena, pues como sugiere el fotógrafo Mauricio Pacheco, » muy pocas personas advierten y reconocen con tanta naturalidad la extraordinaria riqueza que vuela por los cielos bolivianos y muchas menos llegan a comprender cuánto necesitábamos de un libro como este”.  Es de esa forma que Aves mágicas bolivianas se constituye en un valioso  aporte «porque permite conocer el patrimonio, apreciarlo y comprenderlo”, agrega.

 

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Periodista egresado de la Universidad Abierta Interamericana- Argentina Especialista en Salud Digital, telemedicina, Empresas, Nuevos Negocios, SEO

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