La Paz martes 7 de enero de 2020

Guila Dorada. Así se hace llamar una de las ciudadanas que fue parte de la inédita movilización social de resistencia contra el fraude electoral y el interés prorroguista del expresidente Evo Morales. Recordó que por seguridad ningún activista reveló el nombre de pila. Los unía una convicción mayor que era defender el voto y la democracia.

“Inmediatamente hemos sabido del fraude electoral, yo he estado en mi zona, en la resistencia, en los bloqueos y barricadas. También hemos sido resistencia en el kilómetro cero (plaza Murillo)”, relató la ciudadana de 55 años.

Tras la impactante experiencia, prefiere resaltar la “unión maravillosa” que dejó la salida de Morales del Gobierno.

“Ya no somos media luna, somos luna entera. Eso es lo único que tenemos que agradecer, lo demás siempre lo vamos a reprochar”, sentenció la mujer para referirse al legado de Evo Morales, ahora refugiado en Argentina.

El estado de alerta y las movilizaciones comenzaron el 21 de octubre, horas después de los comicios. “Ese mismo día se hizo un bloqueo fuerte en mi barrio con la conciencia de que estábamos con la razón y de que el dictador tenía que irse y obviamente todos sus colaboradores que han hecho tanto daño a nuestro país”, agregó.

La ciudadana relató que antes del amotinamiento de la Policía en La Paz salió a inmediaciones de la plaza Murillo, donde comenzaron a organizarse con la gente que se encontraba en el lugar mediante grupos de WhatsApp; coordinaban y se dividían para resguardar las Estaciones Policiales Integrales (EPI) y la sede de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP).

“Hemos estado en la resistencia sin movernos. He estado después de que se amotinó (la Policía de) Cochabamba y antes de que se amotine nuestra Policía en La Paz. He estado casi 20 horas parada sin frío, sin miedo; especialmente porque, como decíamos, todo nos han quitado, hasta el miedo”. relató Águila Dorada.

Señaló que uno de los momentos más violentos fue cuando los mineros llegaron con sus dinamitas y detonantes. “Gracias a Dios no nos ha pasado nada. Hemos estado firmes y con la conciencia de que deberíamos salvar nuestra Bolivia; cada uno puso su granito y no solo aquí (La Paz), sino en toda Bolivia”.

Durante 21 días, diferentes zonas y barrios de La Paz fueron bloqueados por  decenas de ciudadanos. Según recordó  esta mujer, mucha gente se solidarizó con la protesta pacífica, pues les aprovisionó de fruta, dulces, gaseosas y fruta; de ese modo se sumaron a la causa en favor de la democracia.

Resguardar la vida

La activista narró que, además de los bloqueos de calles y avenidas, se realizaron cacerolazos durante las noches de protesta. A las 20.00, vecinos como los de  la zona de San Pedro salieron con ollas en mano para hacer conocer su repudio contra el fraude.

“Los cacerolazos se hacían a partir de las ocho de la noche. Nos reuníamos e íbamos por todo el barrio. Creo que el cacerolazo ha sido una idea y una fuerza que nos ha mantenido en pie”, resaltó.

Los vecinos dejaron de salir con las ollas cuando los grupos vandálicos irrumpieron tras la renuncia de Morales a la presidencia.

“En ese momento, especialmente las mujeres, hemos tenido que abandonar un poco la resistencia de la plaza Murillo e irnos a casa para cubrir con lo que podamos nuestras viviendas y protegernos de los vándalos”, sostuvo.

Luego de la dimisión de Morales, recordó la ciudadana, miles de vecinos pasaron “noches de terror”. En algunos casos llegaron a pensar que perderían la vida en caso de un enfrentamiento. “No se fijaron que había niños, ancianos, absolutamente nada. Los vándalos iban y quemaban sin pensar en la vida, sin pensar que éramos hermanos, que somos hermanos”, reclamó.

Reconstrucción de la hermandad

Pese a los pasados actos violentos, la mujer —que también participa en la vigilia de la residencia mexicana, en La Rinconada de La Paz— siente que es momento de “reconstruir” la hermandad entre bolivianos. “La tarea que tenemos es reconstruir Bolivia porque somos hermanos”, instó.

Durante los 12 días de vigilia en cercanías de la casa diplomática recibió el apoyo de vecinos que tienen el mismo objetivo: que las exautoridades que se encuentran en ese inmueble se entreguen a la justicia para ser juzgadas.

Fuente: Periódico Bolivia