El tarijeño Cirilo Mealla Altamirano, padre del teniente de corbeta, Jorge Luis Mealla, quien era parte de la tripulación del submarino ARA San Juan encontrado la madrugada del sábado, dijo que a lo largo de un año vivió con el dolor inmenso y el calvario de no saber si lo iban a hallar al navío.

Mealla, que se encuentra junto a los familiares de los 44 tripulantes alojados en el hotel Tierra del Fuego en Mar del Plata, afirmó que ahora la justicia argentina debe encargarse de dar con la verdad e identificar a los responsables porque pasó más de un año de estar desaparecido.

“Todos nos preguntamos por qué se tardó un año para hallar al submarino, por qué esperar un año para decirnos que estaba ahí, es algo sospechoso, algo nos ocultan”, expresó el padre del oficial en medio de sollozos.

Pese a todo, enfatizó que está muy orgulloso de su hijo que fue un héroe para su familia, ya que a él le gustaba ser submarinista y “estuvo donde tenía que estar”.

El teniente de corbeta Jorge Luis Mealla debía cumplir 31 años el 21 de diciembre del 2017 y era el más joven de los oficiales dentro del submarino ARA San Juan.

El submarinista visitó en dos oportunidades la tierra de su progenitor, cuando tenía 2 años y después 19 años. “Tenía la seguridad de que iba a volver y estaba conformando su hogar para visitar otra vez a la familia en Tarija, pero no se dio y la vida es así”, puntualizó el padre.

Antes de que zarpara el submarino de Ushuaia con rumbo al puerto de Mar del Plata, el oficial se comunicó con él para decirle que lo estimaba que su  ilusión era estar junto a su familia para recibir año nueño. “Se comunicó la última vez para decirme que era su última noche y me dijo papá que te quiero viejo, te amo. Esas fueron sus últimas palabras”, rememora el tarijeño que vive en San Salvador de Jujuy, donde nació su primogénito