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Paro cívico en Santa Cruz merma la confianza de las inversiones

A Santa Cruz también se la conoce como la locomotora de la economía boliviana y fue considerada por diversas entidades nacionales e internacionales como región atractiva para las inversiones por la estabilidad económica–condición básica para generar crecimiento–, la seguridad jurídica, la rentabilidad de los negocios y el dinamismo del mercado.

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Paro en Santa Cruz
Foto-Economía boliviana

Santa Cruz, 25 de noviembre 2022

En las últimas dos décadas, Santa Cruz se situó en un lugar de vanguardia expectable y atractivo para el desarrollo de nuevos emprendimientos y negocios. Sin embargo, los recurrentes paros alentados desde el ámbito cívico y político dañan la economía y merman la confianza para las inversiones en ese departamento.

A Santa Cruz también se la conoce como la locomotora de la economía boliviana y fue considerada por diversas entidades nacionales e internacionales como región atractiva para las inversiones por la estabilidad económica–condición básica para generar crecimiento–, la seguridad jurídica, la rentabilidad de los negocios y el dinamismo del mercado.

Asimismo, el país, de la mano de las medidas de política económica para reconstruir la economía, tuvo la capacidad para recuperarse de eventos como la crisis política de 2019 la pandemia en 2020, agravada por la mala gestión del gobierno de facto, que afectaron de manera dramática a la economía.

En ese contexto, son diversas las evaluaciones de analistas que se refieren al exponencial crecimiento de Santa Cruz, reflejado en sus indicadores económicos. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el Producto Interno Bruto (PIB) de ese departamento creció en 5,7% en 2021, que muestra que la región logró revertir la caída registrada en 2020 de -4,1%, en un contexto de estabilidad.

El análisis de las variables económicas también muestra que el valor de las exportaciones a julio de 2022 alcanza a $us 2.706 millones que, comparadas con el mismo período de 2021, registran un incremento del 63%, lo que afianza su rasgo de departamento exportador.

La misma evaluación establece que la mayor parte de las ventas se dio en los sectores de la industria manufacturera con $us 1.649 millones, hidrocarburos con $us 746 millones y el sector agropecuario con $us 291 millones.

Asimismo, el informe del Ministerio de Economía evidencia que la solvencia del sistema financiero es otro de los indicadores que refleja el buen desempeño de la economía. La cartera crediticia de Santa Cruz a agosto de 2022 llegó a $us 12.749 millones, con un aumento del 9% con relación al mismo periodo de 2021.

Los créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) alcanzaron a $us 78,1 millones, de los cuales el 91% se destinó al rubro de alimentos, se potenció al sector productivo y así contribuir a dinamizar el mercado interno. Entretanto los créditos de Vivienda de Interés Social llegaron a $us 1.768 millones y beneficiaron a 36.596 familias cruceñas.

Otro aspecto destacable es la inversión pública en el departamento cruceño, que pasó de $us 304 millones en 2020 a $us 593 millones en 2021, un aumento del 95%. La mayor parte de estos recursos fueron invertidos en proyectos de infraestructura y el sector productivo, que hoy soportan e impulsan el desarrollo regional.

En la última década, el Estado asumió un rol protagónico en el desarrollo del país como inversor, pero también creó condiciones para la iniciativa privada, seguridad jurídica para las inversiones nacionales y extranjeras con políticas que garantizan estabilidad económica. Ahora todo lo anterior está en riesgo por el accionar de una élite que recurre a cualquier pretexto para desestabilizar al gobierno.

(*) Ramiro F. García Paredes es analista.

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