Conecta con nosotros

Sociedad

Piden declarar desastre sanitario

Publicada

el

(Infodiez-2/07/20)

Por Guido Pizarroso Duran

En este momento, algunos sectores médicos ya están pidiendo a la Confederación Sindical de Trabajadores en Salud exigir al Gobierno nacional que se declare desastre sanitario por la falta de recursos humanos, equipos de protección y centros de aislamiento que son de “vital urgencia para contrarrestar esta pandemia del coronavirus”.

Bolivia fue el último país en infectarse con el coronavirus, tuvo tiempo de tomar previsiones, pero hoy debe atender a miles de enfermos confirmados, enterrar e incinerar a muertos por la pandemia, y hasta ahora no existen los centros hospitalarios equipados para enfrentar esta enfermedad; los pocos hospitales habilitados han colapsados antes de llegar al pico más alto de contagios, mientras los médicos y personal de salud reclaman equipos de bioseguridad y hacen notar que el aislamiento de la gente no fue aprovechado para equipar ni instalar suficientes centros especializados.

Los expertos advierten que cuando los contagios lleguen a la cima de la curva prevista, no alcanzaran los hospitales ni los cementerios. De hecho, ya en algunas regiones se habilitan tumbas comunes. Pero no vemos que las autoridades se preocupen por conseguir medios para atender a los enfermos y menos tomar previsiones para obtener lo antes posibles las vacunas o medicamentos específicos que ya se están produciendo en varias partes de mundo.

Solamente cuando la situación es extrema como en Santa Cruz y Beni se pega el grito al cielo y se improvisa. Resulta preocupante y decepcionante que se considere a los ciudadanos como simples pasivos actores de un drama en el que pueblo es la victima propicia. Los temores que en febrero y marzo se expresaban por la debilidad del sistema de salud que dejó el anterior régimen, desgraciadamente se confirmaron y hoy son una pesadilla. Recordemos que el Ministerio de Salud el 11 de marzo pasado anunciaba que en el país había dos casos confirmados de covid-19. Se trataba de dos mujeres que estuvieron en Italia y supuestamente fueron puestas en aislamiento “con el tratamiento correspondiente”. Uno de los casos se confirmó en San Carlos (Santa Cruz) y el otro en Oruro, pero en realidad ambos pacientes ya habían ingresado a Bolivia unos días antes. El caso de San Carlos, una paciente de 65 años, llegó de visita a fines de febrero. Sobre su caso se tejieron serie de versiones no confirmadas sobre presuntos contagios masivos por una fiesta de bienvenida. El caso de Oruro ingresó también en febrero vía Aeropuerto de La Paz. Fueron también las primeras señales del temor de la gente y la falta de comprensión, solidaridad y precaución.

En estos momentos ya hay más de un millar de muertos y un promedio diario de mil contagios. Los casos de coronavirus en todo el país ya pasan de los 33 mil. El informe del Ministerio de Salud registra la mayoría de los casos en Santa Cruz y Beni, y le siguen Cochabamba y La Paz. Ya hay contagiados en todos los departamentos del país, en números crecientes. Lo más triste es que no hay una política de salud clara que permita generar certidumbre. La población escucha anuncios de de acciones que no llegan a cumplirse, medidas de contención que no se logra hacer respetar, una cuarentena perforada por actitudes políticas criminales, hechos de corrupción en la compra de equipo médico destinado a enfrentar al coronavirus; y la política militante que se mete en todo intentando sacar provecho partidario hasta con publicidad.

Los datos oficiales son preocupantes, pero lo son mucho más lo que los expertos prevén. Sus estimaciones exploran la posibilidad de que los datos del gobierno son inexactos porque no se hacen las suficientes pruebas que   permitan una proyección confiable, ni se puede cuantificar los casos asintomáticos. Tampoco se toma en cuenta a los enfermos que permanecen en sus hogares ni a los fallecidos sin diagnóstico. Los datos publicados por el Ministerio de Salud señalan

solamente los casos atendidos y declarados positivos por las pruebas o síntomas. Un porcentaje que difícilmente se podría establecer permanece oculto a la realidad. La Paz corre un riesgo mayúsculo por la absoluta dejadez de las autoridades que hasta ahora se dedicaron a pelear por el control del SEDES. Anunciaron un acuerdo salomónico entre el Ministerio de Salud y la Gobernación casi literalmente partiendo a la mitad al “bebe” en disputa. Lo que parece que no toman en cuenta los responsables de las imprevisiones en la atención sanitaria, es que tarde o temprano tendrán que rendir cuentas ante la justicia por su actitud genocida. En este momento, algunos sectores médicos ya están pidiendo a la Confederación Sindical de Trabajadores en Salud exigir al Gobierno nacional que se declare desastre sanitario por la falta de recursos humanos, equipos de protección y centros de aislamiento que son de “vital urgencia para contrarrestar esta pandemia del coronavirus”.

Tendencias