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Procuraduría concluye revisión de actas y descarta fraude en comicios presidenciales de 2019

“Hemos hecho un análisis acta por acta para demostrar que no hubo fraude en estas elecciones y lo hemos demostrado. Puedo decir en este momento, compañeros y compañeras, con total franqueza que no existió fraude electoral en las elecciones del año 2019 y que Bolivia no es un país fraudulento”.

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Foto-Archivo infodiez

La Paz, 15 de octubre 2021

La Procuraduría General del Estado concluyó este viernes con la revisión de actas electorales de los comicios presidenciales de 2019, cuando sectores de oposición denunciaron sin pruebas un presunto fraude que provocó convulsión social y el golpe de Estado. El procurador Wilfredo Chávez sentenció que tras el análisis queda demostrado que no hubo fraude.

“Hemos hecho un análisis acta por acta para demostrar que no hubo fraude en estas elecciones y lo hemos demostrado. Puedo decir en este momento, compañeros y compañeras, con total franqueza que no existió fraude electoral en las elecciones del año 2019 y que Bolivia no es un país fraudulento”, aseveró el procurador General del Estado, Wilfredo Chávez, en el acto de cierre del proceso de revisión de actas.

Desde el lunes, el proceso consistió en la revisión y análisis de 34.555 actas de los nueve departamentos, es decir, el 100% de documentos que cuentan con los datos electorales oficiales del 2019.

En las tareas técnicas de revisión y análisis, se usó una aplicación de red cerrada conectada al sistema de gestión de bases de datos de actas. Respecto a los insumos, equipos y logística, se contó con personal académico y especializado en Informática de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Universidad Pública de El Alto (UPEA).

El Procurador General del Estado cuestionó que quienes impulsaron la versión de fraude desde 2019 no hayan participado del proceso de revisión pese a las constantes invitaciones públicas hechas desde El Alto.

“Este era el momento de venir con la verdad y sentar a sus delegados, que traigan las copias de sus actas y, de esa manera, todos veamos lo que ha pasado. No estamos haciendo un reconteo, no, estamos haciendo solamente un análisis de actas electorales. Eso hemos hecho”, indicó el procurador Chávez.

Mediante Resolución TSE-RSP-ADM N° 239/2019 del 27 de mayo de 2019, la Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE) convocó a elecciones presidenciales para el domingo 20 de octubre de 2019.

Tras el cierre de la votación de la jornada electoral, el TSE instaló las sesiones de sala plena permanente para iniciar el conteo de votos y poner en marcha el sistema de transmisión de resultados preliminares (TREP), a modo de conteo rápido.

Con el 83,76% de los votos emitidos, el resultado parcial mostraba que Evo Morales, candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), lideraba la votación; pero, por ese momento, no alcanzaba la diferencia de votos de 10% necesaria para ser declarado ganador en primera vuelta ante un segundo lugar ocupado por el candidato de la alianza Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa.

“Alrededor de las 8:00 p. m., el conteo rápido se suspendió hasta la mañana siguiente, cuando se anunciaron los nuevos resultados que indicaban un aumento en la diferencia de votos entre los dos candidatos, para una victoria de Evo Morales en la primera vuelta (sic)”, se lee en el informe presentado el 17 de agosto pasado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia).

Sin contar con el resultado oficial al 100%, la misión de observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Bolivia declaró el 21 de octubre de 2019, al día siguiente de las elecciones, su preocupación sobre los datos preliminares pese a que no eran vinculantes y anunció un informe previendo una segunda vuelta.

El informe del GIEI añade que el resultado electoral, en el contexto de los cambios en el TSE y la caída del sistema TREP de conteo de votos, alimentó los cuestionamientos sobre el proceso electoral y derivó en una serie de enfrentamientos entre las posturas en pugna: un sector que alegaba la materialización de un fraude electoral y otro que apoyaba la victoria de Evo Morales.

A esa situación, se sumó, en 2019, el secretario General de la OEA, Luis Almagro, que basado en un informe preliminar, denunció en noviembre sin pruebas un presunto fraude que hasta la fecha no pudo demostrar.

Provocó, con esas afirmaciones, protestas y hechos delincuenciales de sectores críticos al Gobierno del entonces presidente Morales, quien luego renunció y denunció un golpe de Estado ante la escalada de violencia.  //ABI

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