¿Quién le pone el cascabel al gato, quién?

La Paz 31 de enero de 2022

OPINIÓN | Escribe Walter Goyzueta.-Lo del ‘Señor Farias’ y la alineación, era algo tan sutil, que casi todos los goles fueron curiosamente errores de centrales sin oficio, mal parados, sin apego de marca y la falta de reacción, intuición y lectura de juego con visión periférica del oficioso.

Carlos Lampe, lógica cantada del porqué,
es suplente todavía en Vélez (Club argentino).

Pero más allá del vino tinto del banco, los jugadores son de medio pelo para abajo…lo que más decepciona que los supuestos jugadores bolivianos de la Liga; los amadisimos caporales de negro y pitó en boca.

Los juiciosos, experimentados y dueños de la verdad del fútbol de la pantalla chica, radio y prensa; pero a todos los anteriores, sumamos a los verdaderos caídos del catre, fakires dormidos de la afición con cerveza en mano.

Nadie absolutamente nadie hace algo contra los asesinos de las ilusiones del fútbol boliviano llamados dirigentes alcanzando sólo a ser “dirigentillos” que viven, estafan y negocian con los recursos económicos.

Único motivo, para que todo sea un fracaso invicto desde 1994 y también antes del 63 prehistórico.

¿Cómo podemos salir adelante si el fútbol está secuestrado por una especie de Logia que vive del mediocre fútbol boliviano?

¿Cómo exigirles a jugadores que jueguen al máximo, si estos hombres jamás jugaron en competitividad ni tienen orgullo propio más allá de la boca para afuera?

¿Cómo pedirles a los árbitros que denuncien lo que saben, si ellos son parte del problema?.

¿Cómo tener un periodismo incisivo, denunciante e investigador, si estos siempre vivieron de las salteñas, auspicios y pasajes que les dan todavía, los honorables dirigentillos?.

Cómo pedirles a los hinchas que analicen, identifiquen, exigían y por último hagan una revolución deportiva, si estos aprendieron de fútbol sólo por brayle , correspondencia y con corazón de esquimal, que todos responden “Tenemos que iniciar un proceso y nunca lo inician… ”

¿Bolivia es de perdedores ofuscado por los resultados del 63 y 94? ¿Quién o quiénes son capaces de revolucionar el fútbol témpano de Bolivia?

¿Hasta cuándo prometeran los incapaces? ¿Seguiremos escuchando los análisis de periodistas, ex jugadores y otros, para esconder la verdad que sospechamos pero sin prueba alguna?

Pasaron casi 30 años desde 1994 y el témpano llamado fútbol boliviano, no tiene jugadores que valgan millones, ni árbitros ecuánimes, ni periodismo deportivo alguno que señale con nombre y apellido el fracaso que vivimos.

Ni afición que haya aprendido fútbol más allá de la inerme arenga “patea al arco, corre, marca, no lo dejes, salí y un sin fin de aportes inteligentes”.

Estábamos para ganar un partido de visitantes con los acostumbrados fanfas de los medios que contagiaba a ciegos y extraños pero el resultado fue un verdadero 4 a 1.

Hay mucha diferencia entre lo que hablan los impostores a la Realidad Virtual y Aumentada del resultado.