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Bolivianos en Argentina

Conoce a la mujer boliviana dueña de la Feria Urkupiña y suegra del estafador Felipe Campos 

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Conoce a la mujer boliviana dueña de la Feria Urkupiña y suegra del estafador Felipe Campos

Un artículo publicado por el Diario Clarín muestra, que una mujer de Cochabamba Bolivia, dueña de la Feria Urkupiña es buscada por la justicia Argentina por estafar dinero con la empresa de su yerno Felipe Campos

A continuación la historia completa

Mery está imputada en Bolivia por invitar a sus compatriotas a una inversión falsa. Acá la investigan.

Un falso negocio con diamantes para estafar a miles de personas humildes

Una reunión donde se ofrecía invertir en “PayDiamond”

 

Historias como la de Patricia se repiten en grupos de WhatsApp creados por gente que denuncia haber sido estafada por PayDiamond, una empresa brasileña que opera en varios países de Latinoamérica. Los casos son investigados en Argentina desde febrero de este año, cuando la Procelac denunció a la firma. “La inversión en diamantes propuesta por PayDiamondpresenta las características típicas de las denominadas ‘estafas piramidales’ (el negocio no existe y a los primeros “inversores” se les pagan “ganancias” con lo que ponen los que llegan después, hasta que ya nadie cobra), explicó el organismo. Investigaciones similares se presentaron en Bolivia, Brasil y -esta semana- en Perú.

El brasileño Felipe Campos Wenceslau, representante de la firma en Argentina, fue detenido en Bolivia en febrero de este año. Luego la Justicia de ese país detuvo y dejó salir bajo fianza a Mery Natividad Saravia Rodríguez, que es suegra de Campos. Esos operativos alertaron a los inversores que esperaban sus ganancias en Argentina. La rueda se paró y empezó el pánico. Siete meses después, algunos aún sueñan con cobrar.

Las versiones sobre prometedoras inversiones en diamantes comenzaron a circular en Argentina en 2015. Con eventos en teatros y hoteles de lujo, líderes de PayDiamond ofrecían ganancias de 150% por año. Un folleto detallaba los distintos paquetes: el más caro, de US$ 36.000 dólares, garantizaba una ganancia de US$ 90.000. La evolución del capital se podía seguir por una web y había limitaciones para extraer el efectivo. Como todo sistema piramidal, había beneficios por “patrocinar” a más inversores. Por eso, quienes tuvieron dinero en su mano lo consiguieron a través de los “saldos” obtenidos con los nuevos socios.

Para los denunciantes, la clave para captar clientes fueron los líderes de la colectividad boliviana. Ese rol habría jugado, creen los investigadores, “Mery” Saravia: dentro del predio de Urkupiña se realizaron presentaciones para ofrecer inversiones. “Fui por compromiso con ‘Mery’, pero algo no me cerró. Al tiempo un conocido me dijo que estaba ganando mucha plata. Cuando explotó todo esto, desapareció”, recuerda ante Clarín un vecino de Ingeniero Budge.

Fuente: Clarín

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