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Política

59,8% aplaza al gobierno según Celag

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Juicio de responsabilidades

(Infodiez-10/07/20))

Por Guido Pizarroso Duran

La confianza que merezca una encuesta se valida con los antecedentes de los que la hacen. El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), es el mismo que ha criticado el informe de la OEA sobre el fraude electoral del 20 de octubre.

Una encuesta sobre la gestión del actual gobierno de transición fue efectuada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), que afirma que el 59,8% de los ciudadanos bolivianos entrevistados aplaza la gestión de la pandemia del coronavirus por parte del gobierno de Jeanine Áñez, y el 65,2% desaprueba el manejo de la economía. La ficha técnica de la consulta sostiene que se consultó la opinión de  2.000 personas mayores de 18 años de las nueve ciudades capitales de departamento, más El Alto, y de 30 poblaciones rurales, mediante entrevistas telefónicas del 13 de junio al 3 de julio de este año, y que argumenta que se cumplieron los estándares internacionales de calidad para estudios de opinión pública. Esto significa que en la encuesta se consultó a 50 personas por cada localidad encuestada.

Pero cualquier encuesta de esta naturaleza, en la coyuntura actual, en cualquier país del mundo daría los mismos resultados.  En realidad no era necesario efectuar una consulta sobre situaciones evidentes, como la crisis económica real cuyos orígenes se conocen, que es la paralización global por el coronavirus. ¿Cómo no afectaría a la gente la emergencia sanitaria mundial con millones de contagiados y miles de muertos, y la imposibilidad de la ciencia de conseguir hasta el momento un medicamento efectivo o una vacuna? Ningún ciudadano del planeta podría decir que todo está bien, que las finanzas florecen y que la salud se fortalece. Todos los gobiernos de todos los países del planeta, están en este momento bajo el escrutinio del ciudadano que aspira a que las cosas se hubiesen hecho mejor.

En Bolivia, es natural que gran parte de la gente considere que pudo reaccionarse antes, que faltó eficiencia, que se designó a gente sin experiencia en cargos importantes y hasta se permitió que gente corrupta del anterior régimen continuara  en funciones. También se puede sostener que no ha habido acierto en designaciones claves, prueba de ello son los contantes cambios de ministros y de otras altas autoridades, y es probable que se haya batido algún record de cambios de autoridades en tan corto tiempo de gobierno. Por otra parte, si la encuesta hubiese sido objetiva y las preguntas más apropiadas a los temas, seguramente la mayor parte de la gente hubiese dado diferentes respuestas. No se pregunto del porque ni las causas de las fallas. Si esas hubiesen sido las interrogantes, sin duda, la gente hubiese señalado a los responsables, sin temor a equivocarse, porque el país entero sabe quiénes fueron los que se negaron a apoyar a la salud: son los mismos que prefirieron construir canchas de futbol antes que hospitales, son los que reemplazaron a los médicos por activistas cubanos y venezolanos pagados con divisas. De haberse efectuado preguntas pertinentes, toda persona consultada hubiese señalado a los culpables de impedir que se aumente el presupuesto de salud pública; hubiesen señalado con nombres y apellidos a los que bloquean el dinero para la salud y las necesidades de atender la emergencia; podían identificar a los que proclamaron que no había pandemia, que el coronavirus era un invento de la derecha, y a lo que gestaron agresiones a los médicos, policías y militares; hubiesen mostrado a los que bloquearon el acceso a los botaderos de basura para hacer que crezca el riesgo de contaminación; y fundamentalmente, nadie se hubiese equivocado al señalar a los que incumplieron el mandato constitucional de que la salud es la principal responsabilidad del Estado y que ignoraron su cumplimiento por 14 años, y despilfarraron los recursos del Estado.

Toda persona racional se da cuenta que es imposible pedir que en ocho meses se solucionen todos los problemas dejados por la anterior administración irresponsable y corrupta. La gente sabe que es tarea difícil reparar todo el daño hecho por el mal manejo de los recursos del Estado, la deficiente gestión, mal gobierno, corrupción, y la triste realidad de haberse condicionado la militancia política sobre las necesidades de la población. Es una tarea que requiere mucho tiempo y será la nueva administración que surja de la voluntad ciudadana, la que afronte los nuevos desafíos. Pero esta percepción no está al margen del convencimiento de que la mayoría de los ciudadanos es consciente de que la administración transitoria pudo haber hecho mejor las cosas, de no haberse interpuesto en el camino las ambiciones políticas.

Por lo demás, la confianza que merezca una encuesta surge de los antecedentes de los que la hacen. El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), es el mismo que ha criticado el informe de la OEA sobre el fraude electoral del 20 de octubre, y dijo que los hallazgos del análisis “nos permiten afirmar que el informe preliminar de la OEA no aporta prueba alguna que pudiera resultar definitiva para demostrar el supuesto “fraude”. Pero ese análisis no hace referencia a las numerosas pruebas encontradas que demuestran dolo, falsificación, alteración de actas y otras aberraciones que el pueblo boliviano conoce y denunció antes que la OEA hiciese la auditoría electoral.

Como referencia de Celag, se puede decir que muchos de sus ejecutivos son personas con una militancia política evidente, entre ellos, el cofundador de PODEMOS de España Juan Carlos Monedero; la directora de TeleSur, Patricia Villegas; Rafael Correa, ex presidente de Ecuador; Emir Sader, brasileño vinculado al Partido de los Trabajadores de Brasil; Alfredo Serrano, autor del libro “El pensamiento económico de Hugo Chávez, que es una crónica de cómo Chávez “desafió al pensamiento neoliberal”, y según el autor, “demostró que era posible una política económica que combinara desarrollo con justicia social”. Hoy vemos el desastre económico de Venezuela, el país más rico de Sudamérica prácticamente fue destruido por esa tendencia política. Entre los bolivianos que integran Celag figuran el ex ministro de Educación del gobierno del MAS, Roberto Aguilar, y el ex diputado del MAS, Manuel Canelas, entre otros. (Jueves 9-07-2020).

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