El cobijo del Brazo Social municipal llega a 4 niños que encaran con resiliencia el abandono

El Alto 4 de febrero 2024

El Brazo Social de la Alcaldía, liderado por la alcaldesa Eva Copa, tomó atención del caso de cuatro menores que fueron abandonados por su madre y en colaboración, entregó un lote importante de útiles escolares, víveres, ropa, frazadas, entre otros insumos.

«A mí me llamo mucho la atención y me conmovió cuando la directora de Gestión Social me dice que uno de los pequeños le decía que quiere estudiar y ser Policía. Entonces, si tiene ganas de estudiar, hay que ayudarlos para que estos pequeños puedan salir adelante», expresó la Alcaldesa.

En noviembre del 2023, la madre, junto a sus cuatro hijos llegaron hasta el domicilio del señor Juan Carlos Sillo quien les alquiló una habitación, sin embargo, la progenitora salió en busca de víveres y nunca más volvió, relató la hija del dueño de casa, Margarita Sillo.

Desde entonces, el hermano mayor de 16 años es quien se hace cargo de sus hermanos. Ante este panorama la familia Sillo, pese a ser numerosa, acoge a los cuatro menores de edad.

Tras conocer la situación social y económica, la Alcaldesa instruyó que a través del Brazo Social del Gobierno Municipal, los hermanos reciban el apoyo y ayuda necesaria con víveres, útiles escolares, ropa, zapatos, tenis, mochila, camarote, frazadas y juguetes, entre otros.

«Estamos pensando también hablar con alguna universidad, para cuando él (hermano mayor) concluya pueda ir a sus estudios académicos ahí y ser profesional», dijo la autoridad edil.

«Tiene un gran corazón y es como una madre la (Alcaldesa) Eva Copa», dijo el hermano mayor, quien quedó agradecido con la ayuda.

La responsable del Brazo Social, Elsa Choque, dijo que también se apoyó a la familia Sillo, «si bien la mayoría de los productos va destinado a los cuatro hermanitos, también va destinado a la familia; también queremos apoyar al señor Juan Carlos Sillo por tener esa alma tan desprendida», dijo la servidora pública.

«Es una gran ayuda los uniformes, los víveres, porque los niños no tienen ni un grano de arroz ahí adentro, no tienen una cocina o una garrafa, tampoco tienen un buen catre, esto a ellos les sirve para que duerman cómodamente», dijo Margarita.