El comandante de la Policía, Faustino Mendoza, informó que la segunda explosión que se registró el martes en la noche en Oruro fue un atentado con dinamita, puesto que se encontró un contenedor de plástico y aluminio y parte de un detonador.

Ante la consulta de los periodistas de que si se trataba de un atentado, la autoridad dijo: “Sí, es un explosivo”, puesto que los peritos hallaron dinamita, al menos tres kilos, mezclada con anfo (explosivo de alta potencia consistente en una mezcla de nitrato de amonio y un combustible derivado del petróleo), un contenedor de plástico triturado y fragmentado de aluminio y parte de un detonador.

El estallido, que se produjo pasadas a las 19.10 del martes entre las calles Bakovic y Caro, dejó un cráter de aproximadamente un metro y medio de diámetro con una profundidad de casi 43 centímetros, y ocasionó la muerte de cuatro personas y diversas lesiones en otras nueve.
“Estamos procesando la investigación y se ha procedido a recolectar evidencias para procesar y establecer la cantidad de explosivos y otra información”.

Luego del estallido, personal policial y militar realizó patrullajes por las principales arterias de la ciudad y se procedió a la aprehensión de tres personas (un varón y una mujer) con fines investigativos, además se secuestró un vehículo de color verde.

“Estamos trabajando en la parte de establecer algunos nexos y para ello trabaja el DACI (Departamento de Análisis Criminal e Inteligencia) con la División de explosivos de Bomberos para hacer las pericias y establecer los móviles del hecho”, dijo.

Eventual ‘coordinación’ 

Al respecto, el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, señaló en Bolivisión que no se descarta que ambas explosiones (la primera ocurrida el sábado y en la que perdieron la vida ocho personas) “sean dos eventos coordinados”, por ello expresó su preocupación por los mensajes de desinformación en redes sociales que alarmaron a la población sobre presuntas múltiples explosiones y la supuesta presencia de vehículos “desde los que se disparaba a la gente”.

El sábado, una garrafa de gas había explotado en la Avenida del Ejército, al parecer por un descuido y mala manipulación.

El gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, pidió celeridad en las investigaciones de las dos explosiones que causaron 12 fallecidos y más de 50 heridos.

Escarnio

El viceministro de Autonomías, Hugo Siles, expresó su preocupación por la actitud de gente de oposición por intentar vincular al Gobierno en ambos hechos porque “la derecha desordenada de la última década reprodujo de forma inmediata en redes sociales audios y videos que distorsionan la realidad”, manifestó.

“La oposición está a la caza de cualquier atentado y toda acción le sirve para poder promover la falsedad de la información y promover la especulación y ese aporte nulo lo conoce la población, aunque es difícil discernir qué es verdad o mentira”, agregó.

Sin tomar en cuenta el dolor de las familias que fueron afectadas por ambas explosiones, el exministro de Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín, sugirió que el Ejecutivo estaría tras ambos hechos.

“Que tal que los castrochavistas de dictadura Evo Morales estén tras explosiones para tensionar y mover la atención en #Bolivia? Acciones distractivas contra 21F? Los terroristas están en el gobierno dictatorial de @evoespueblo y operan contra NO es NO?”, publicó en Twitter.

El diputado David Ramos, jefe nacional de la bancada del MAS-IPSP, señaló que la derecha y la oposición boliviana son aliados y operadores de la Embajada norteamericana y que están desarrollando un “golpe suave”.