Obras de alcaldía paceña amenazan el camino precolombino del Sendero del Águila

La Paz, 29 de mayo 2023

Arqueólogos, ambientalistas y vecinos piden a las autoridades de la Alcaldía de La Paz que paren la incursión de maquinaria pesada en el denominado Sendero del Águila, en la zona Sur, debido a que ocasionará un desequilibrio en la naturaleza, un ecocidio y un biocidio.

Silencioso y escondido del bullicio de la ciudad se encuentra el camino precolombino conocido como el Sendero del Águila. La literatura paceña señala que en 1838 el presidente Andrés de Santa Cruz y Calahumana ordenó abrir una ruta que conecte los valles de Río Abajo con la ciudad de La Paz y se usó esta ruta por donde pasaban carretas repletas de verduras. Por esa vía supuestamente transitó el mandatario, quien tenía una hacienda en Tahuapalca.

Pero el sendero fue construido en una época anterior al arribo de Cristóbal Colón al continente americano en 1492, hoy está reservado para excursionistas, ornitólogos, biólogos y ahora arqueólogos que descubrieron un patrimonio cultural sin precedentes.

Hace algunas semanas, los vecinos de Bajo Següencoma, Gramadal y Amor de Dios observaron maquinaria pesada en el inicio del Sendero del Águila, lo que encendió las alarmas.

Organizaciones ambientalistas agrupadas en la Coordinadora en Defensa de la Madre Tierra (Codma) solicitaron al burgomaestre paceño Iván Arias la paralización inmediata de los trabajos de creación y ensanchamiento de una ruta alternativa de la ciudad de La Paz a Mallasa a través del Sendero del Águila, además pidieron sanciones para las construcciones ilegales.

Expertos de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) mandaron también una misiva donde expresan su preocupación y su predisposición a la generación de alternativas a dicha obra para preservar la arquitectura precolombina del lugar.

“El Sendero del Águila realmente no está siendo respetado por las autoridades del municipio, según su proyecto en una primera instancia todos alarmados del barrio Amor de Dios pensamos que decían que era una calle de autos, han querido corregir y han dicho que no, pero hemos visto que están ocasionando todo un desequilibrio a la naturaleza, es un ecocidio, un biocidio totalmente”, explicó Pilar Espinoza, presidenta de Acción Ecológica y vecina de la zona Amor de Dios, guardiana del sendero.

La irrupción del hombre en el lugar y el movimiento de tierra costarán un alto precio al ser destruida la cobertura verde natural y la fauna del sector, como zorros, vizcachas y lagartijas, que están en peligro de extinción.

Las águilas que se veían en los cerros planeando como el killi killi (Falco sparverius), alkamari (Phalcoboenus megalopterus) y mamanis o mora (Geranoaetus melanoleucus) huyeron.

El lugar también era semillero de aves como la catita aimará (Psilopsiagon aymara), gaviotas andinas (Chroicocephalus serranus) y remolineras comunes, que son atraídas por los cuerpos de agua. También hay tres tipos de colibríes, el rutilante (colibrí coruscans), el gigante (Patagona gigas) y el colibrí cometa o picaflor cometa (Sappho sparganurus), que fue declarado patrimonio natural del municipio de La Paz en julio de 2017 por el plumaje del macho en la parte superior del vientre y el pecho verde esmeralda, con la cola rojiza, colores de la bandera de La Paz.

La construcción de nuevas viviendas o espacios habitacionales en la zona ocasiona un desequilibrio de la naturaleza. El Sendero del Águila es considerado además arqueológico por sus canales hídricos que fueron construidos por culturas antiguas.

“No podemos permitir como ambientalistas ni como conservacionistas esta destrucción. Se han mandado cartas de la Universidad Mayor de San Andrés y de más de 23 organizaciones ecologistas en defensa de este sendero, ni qué decir de los vecinos ambientalistas de la zona Sur, todos estamos en contra de esta destrucción”, explicó Espinoza.

Al respecto, Claudia Sanz, miembro del Consejo de Codma, explicó que la alcaldía aplica una limpieza invasiva, sin ningún asesoramiento de arqueólogos ni geólogos. La Paz necesita corredores ecológicos y preservar los que existen, como el Sendero del Águila, donde se identificaron alrededor de 50 especies de animales.

“Hemos visto una intromisión en este espacio que es un sendero que debe ser usado por personas que amen la naturaleza, es un lugar importante dentro del corredor ecológico de la ciudad de La Paz y que debería ser preservado y mantenido en toda su extensión”, señaló Sanz.

El Sendero del Águila fue declarado por la gobernación y la alcaldía patrimonio natural de la ciudad y del departamento. Eso demuestra la importancia natural del lugar, que cuenta con una gran biodiversidad.

Daño arqueológico

En el libro Arqueología de Putu Putu, de Carlos Lémuz Aguirre, Karina Aranda Álvarez y Elizabeth Arrátia Velasco, de 2019, se explica que el valle de Chuquiabo tuvo un rol importante en la economía regional antes, durante y después de la presencia tiwanakota debido a su estratégica ubicación, que lo posiciona como un distribuidor natural y puerta de acceso a valles secos, puna alta, yungas y altiplano lacustre. Este hecho se verifica por los caminos prehispánicos empedrados y trazados de rutas caravaneras.

“Desde entonces el hombre ha transformado el paisaje con huellas que todavía son visibles en el entorno del valle de La Paz (…) una red de caminos hacia los valles, vía Achocalla y Mecapaca a Yungas saliendo por Caiconi, Achachicala y Ovejuyo y al altiplano saliendo por Achocalla, Alto Lima y Pura Pura”, se lee en el texto.

La arqueóloga Jimena Portugal Loayza, del Observatorio del Patrimonio Cultural Arqueológico de la Universidad Mayor de San Andrés, explicó que el Sendero del Águila es parte de un de un sistema vial prehispánico.

“Dentro de lo que es la ciudad de La Paz propiamente no existe otro espacio similar que cuente con esas cualidades, tanto como patrimonio arqueológico histórico y a la vez como patrimonio natural, entonces tiene una doble importancia”, dijo Portugal.

Desde hace mucho tiempo, el sendero está en una situación de deterioro porque la alcaldía tendría que hacer un trabajo de mantenimiento, pero siempre al lado de personal técnico capacitado, como arqueólogos, que deben apoyar cualquier tipo de limpieza o refacciones.

“No se puede hacer ningún tipo de intervención sin que exista el personal técnico o de conservación, restauradores que trabajen en estas áreas que pudieran coadyuvar al trabajo de este tipo, entonces esas son las recomendaciones que nosotros haríamos a la alcaldía para cualquier procedimiento que se haga en el Sendero del Águila”, manifestó Portugal.

Es alarmante que con la idea de hacer algún tipo de limpieza se intente ingresar con maquinaria pesada. El Sendero del Águila fue construido en la época prehispánica para el caravaneo de recuas, pero no para soportar vehículos y menos maquinaria pesada.

Aunque la alcaldía tiene una Secretaría de Turismo y Cultura y también de Patrimonio, cuenta con el personal para desarrollar cualquier tipo de intervención en el sendero, por su calidad de patrimonio, de todas formas, los académicos de la UMSA de las carreras de Arquitectura y Turismo, además del instituto de Ecología, ofrecieron su apoyo a Arias para preservar el área.

El alcalde no respondió el ofrecimiento que fue enviado el 19 de abril, lo que demuestra un absoluto desinterés del burgomaestre por la preservación del bien arqueológico paceño y boliviano.  //El Pueblo