En Perú un abuelito de nombre Segundino Castro, se encontraba sentado en la vereda de una calle, llorando desconsoladamente por la presión que recibía de parte de sus hijos. Quienes le exigían que les de su herencia de una vez.

Las personas que transitaban por el lugar se conmovieron y le preguntaron porque estaba llorando. El hombre de 78 años con la voz entre cortada indicó que ya no aguanta más esa situación, además que aún tiene dolor porque su esposa falleció hace poco. “Son mis hijos, yo sé que tienen derechos pero ya no aguanto más. A veces quisiera dejar de vivir para ya no molestar”.

Muchas personas procedieron a grabarlo, para así publicar en sus redes sociales y de alguna manera ayudar a este adulto mayor. Sin duda causó mucha indignación y en distintos comentarios indicaban que como padre no es su obligación sostener la economía de sus hijos y aún más si ya formaron sus familias.  Fuente: Bolivisión