A días de las elecciones y pese a estar prohibido, la presidenta Jeanine Áñez asumió la decisión de inducir el voto para apoyar al candidato anti-MAS con “mejor porcentaje”, un guiño a Carlos Mesa, segundo en las encuestas. El MAS ve una ‘actitud descarada”.

En un acto público en San Borja, Beni, transmitido por los medios estatales, Áñez usó un acto público no solo para fustigar al partido de Evo Morales, como lo hace habitualmente, sino que se inclinó de lleno para apoyar una candidatura, en este caso de Mesa, aunque no la mencionó explícitamente.

“Les pido nuevamente que hay que votar por aquella persona que dé las condiciones de que no vuelva este tirano (Morales), que tenga mejor porcentaje, que tenga mejor aceptación para que no le permitamos nuevamente volver al tirano al país”, demandó.

Para el diputado Víctor Borda (MAS), lo que hace la Mandataria vulnera la normativa electoral, por lo que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debería actuar de oficio para aplicar sanciones. “Está pidiendo el voto para Comunidad Ciudadana (de Mesa) con propaganda, en actos públicos, lo hacen Áñez y sus ministros, sobre todo (Arturo) Murillo”.

De acuerdo con el Reglamento de Campaña y Propaganda Electoral, ningún funcionario público, cualquiera sea su nivel, puede realizar campaña electoral en horarios laborales, ni “utilizar el cargo para hacer propaganda electoral o promover candidaturas”.

Roxana Lizárraga, de Creemos, tercero en la intención de voto con Luis Fernando Camacho, cuestionó la actitud de Áñez, su exaliada. “Lo que estamos viendo es que esa alianza Juntos se ha convertido en una ‘junt’ucha’ que está encabezada por Carlos Mesa”.

Áñez dimitió a su candidatura presidencial esperando, sin resultados, que los frentes anti-MAS se unan y formen un solo bloque para evitar la victoria del postulante del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, primero en la intención de voto.

Jeanine Áñez pide votar por Mesa

En la última semana se activó una especie de campaña y contracampaña desde el Gobierno con miras a los comicios. En diferentes actos públicos, Áñez y otras autoridades de su gobierno indican que una victoria del MAS permitirá el retorno de Morales al país.

En noviembre de 2019, en medio de una crisis social y política, activada por denuncias de fraude tras las elecciones de octubre, un paro cívico, un motín policial y la sugerencia militar para que dimita, Morales renunció a la presidencia y abandonó Bolivia. Hoy está con refugio político en Argentina.

Según Luis Eduardo Siles, de Libre 21, que tiene como aspirante a Jorge Quiroga, la Presidenta comete una falta ética. “Creo que ella debería inhibirse, parece que no terminó de entender que es presidenta de todos los bolivianos”.

También desde San Borja, Áñez llamó el viernes a no dispersar el voto de los frentes opuestos a Morales, “y no favorecer a los tiranos porque nos costó mucho sacarlos del país”. Y lo hizo en medio de una entrega pública de obras.

Borda consideró que en la actual administración transitoria hay “una actitud descarada y desesperada, que en actos públicos se induce al voto para Mesa”.

Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el Gobierno ha reflotado el caso de supuesto fraude en los comicios de 2019, y activó una demanda contra el candidato del MAS por supuestos manejos irregulares en sus cuentas.

Fuente: La Razón