Los dos hijos argumentaron que su padre de 69 años tiene Alzheimer y por eso lo ataron. La FELCV entregó al adulto mayor a otro de sus descendientes.
Los dos hijos de don Pedro Mamani, de 69 años, -el anciano que fue encontrado por el Grupo de Apoyo Civil a la Policía (GACIP) con los pies encadenados – no querían que su padre retorne a su casa. Ambos están aprehendidos y el adulto mayor fue entregado a otro de sus descendientes, que asumió la responsabilidad de atenderlo y brindarle cuidados.
“Este viejo debería de irse de la casa, no lo queremos ver”, dijo uno de los dos hijos de don Pedro (con los cuales vivía) a los miembros del GACIP que dieron con el domicilio del adulto mayor, ubicado en Valle Hermoso, para investigar los motivos por los que esa persona estaba encadenada.
“Primero fuimos a su casa. Ahí una señora (esposa de uno de los hijos de don Pedro) aseguró que su esposo no se encontraba , pero argumentó en ese instante que el señor siempre escapa de su casa”, relató la suboficial Isabel Gonzales en la Red Unitel.
Explicó que tras conversar con la señora solicitaron ingresar al domicilio y ella accedió. Dentro de la vivienda verificaron que los hijos del anciano estaban ahí.
Al conversar con ellos -un hombre de 40 años y una mujer de 34- sobre el porqué encadenaron a su padre, ellos argumentaron “que se escapa”, pero además se refirieron de muy mala manera de su padre.
“Nos trata mal”, dijeron, relató Gonzales y contaron que ellos aseguraron que su padre “no debería volver al domicilio”.
El martes, cerca de las 8:30, el sargento Alaín Rodríguez iniciaba su patrullaje solidario como todas las mañanas, de pronto vio al frente del Teatro Al Aire Libre a un adulto mayor que parecía desorientado.
“Fui a ver lo que sucedía. Le consulté si estaba perdido, pero nos habló muy tímidamente y sólo dijo que ‘no’”, sin embargo, prosiguió Rodríguez con su relato, “cuando lo quisimos ayudar a cruzar no podía caminar rápido y comenzó a haber un ruido de cadena. Ahí nos dimos cuenta que estaba encadenado”, lamentó.
El oficial inmediatamente convocó a sus camaradas, quienes buscaron alicates y tenazas para romper los dos candados que sujetaban la cadena que estaba entrelazada entre los dos pies del adulto mayor.
“Le consulté ¿quién te puso esta cadena? y él respondió ‘mis hijos’. Esto nos indignó bastante”, afirmó Rodríguez.
El comandante del GACIP, mayor Víctor Hugo Patzi, dijo a Página Siete que don José contó que llevaba la cadena durante dos meses. “Lo encontramos con ropa sucia y hambriento. Por eso le dimos comida, le cambiamos de ropa y lo llevamos a un centro de salud para que evalúen su salud y posteriormente a la FELCV (Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia)”.
El director de esa entidad, Miguel Rivera, informó que ambos hermanos fueron arrestados. “Luego el fiscal asignado al caso ha requerido la aprehensión de los mismos” por el delito de violencia familiar y doméstica.
De acuerdo con indagaciones de la FELCV, los hijos argumentaron que encadenaron a su padre porque padece de Alzheimer; sin embargo, Rivera remarcó que ahora la víctima será sometida a tratamiento psicológico e incluso médico para corroborar eso, pero aseguró que la situación mental de la persona no justifica ningún maltrato.
Ahora la víctima “fue entregado ayer mismo (el martes) a otro de sus hijos, quien garantizó un buen trato hacia su padre”.
Actualmente ambos hijos aguardan su audiencia cautelar en celdas judiciales.
Al mes hay dos ancianos extraviados
La Unidad del Adulto Mayor dependiente de la Alcaldía de La Paz indica que cada mes recogen al menos a dos ancianos extraviados.
“Cada mes unos dos adultos mayores son encontrados extraviados. Lo que hacemos nosotros es primero dar una atención médica oportuna y luego buscar a su familia para reinsertarlo”, afirmó la responsable de la unidad municipal, Ledy Suárez.
Explicó que recientemente encontró a un adulto mayor en el Hospital de Clínicas. “Él estaba ahí durante tres días”, cuenta la funcionaria.
Sin embargo, esa persona fue derivada al Hospital La Portada, donde lo atendieron. La unidad se encargó de buscar a sus familiares y “lo reinsertamos casi a la fuerza”. Aseguró que no todos corren la misma suerte, pues otros no tienen familia y los llevan al Hogar San Ramón. Hay una lista de espera de 10 ancianos.
Página Siete